La castaña es el fruto del castaño (Castanea sativa),
árbol de la familia de las fagaceae, nativo de climas templados del hemisferio norte. No se tiene bien seguro el origen del castaño. Según los estudiosos se cree que pudo ser explotado como
alimento, con independencia de la utilización de su madera, por los griegos hace ya más de 2.500 años, de ahí pasó al resto del mundo latino, siendo los romanos quienes lo expandieron por los lugares que conquistaban. 
Si uno bucea en la historia y lee a Jenofonte (430-356 a.C.), que fue historiador, militar, filósofo y uno de los escritores griegos más celebres de la antigüedad, vemos que en su obra
‘Anábasis’, en la que relata la expedición de los Diez Mil, cita a los mosinecos, pueblo que vivía cerca del mar Negro, y comenta que “en los graneros había muchas nueces planas, que no tenían ninguna abertura. Las usaban como su alimento más abundante, hirviéndolas y cociendo panes.
También Lucio Junio Moderato "Columela" en su obra "Los doce libros de agricultura" en el libro cuarto capítulo 33 da un tratado sobre los castaños pero no hace mención a su fruto.
Durante siglos, la castaña fue un alimento básico en sustitución de los cereales.
Se consumían secas, asadas o en forma de harina hasta que la patata y
el maíz se convirtieron en alimentos frecuentes en el siglo XVI.
La recolección de la castaña se convirtió en una fiesta, el Magosto, ligada muy estrechamente al Día de los Difuntos.
La recolección de la castaña se convirtió en una fiesta, el Magosto, ligada muy estrechamente al Día de los Difuntos.
Hoy las castañas nos ofrecen ese sabor y olor y que con su aparición nos indican que la Navidad está muy próxima.
Haciéndome eco de esta tradición probé a preparar unas castañas asadas en el horno, es la primera vez que las hacía y, aunque no tienen el embrujo de las que se hacen a la antigua usanza o de las que podemos ver en los puestos de las castañeras, tengo que decir que nos gustaron mucho, tanto que tuve que repetir porque la primera hornada se acabó en un santiamén. Ya huele a Navidad, así que como ya estamos en fin de semana os sugiero las hagáis y seguro que con el frío que se avecina el estar cerca del horno se agradecerá.
Castañas asadas
Ingredientes
castañas
Elaboración
Precalentamos el horno a 200ºC.
Lavamos las castañas y desechamos aquellas que presenten algún defecto. Las secamos y les hacemos, con un cuchillo afilado, un corte en uno de sus laterales.
Cubrimos una de las placas del horno con papel de aluminio y colocamos las castañas encima.
Horneamos unos 30 minutos, calor arriba y abajo, hasta que al pincharlas con una brocheta notemos que están hechas. Tened en cuenta que cada horno es un mundo.
Dejamos que se enfríen un poco y procedemos a pelarlas. Esta es la labor más complicada porque los dedos lo notarán. Luego solo nos queda saborearlas.
castañas al natural y asadas
sacadas del horno
peladas
Me encantan las castañas asadas, las hago mucho en temporada, pero nunca las he cocinado al horno y la verdad es que es una técnica muy limpia y cómoda. Me gusta.
ResponderEliminarUn saludo.
Hola Juan! nunca las he hecho en el horno ,pero es una idea muy buena ,sobre todo por no salir a la barbacoa con el frío que hace ,probare ,por que están muy ricas
ResponderEliminar¡¡Hola Juan!! Entonces, nueces planas, ja, ja, me ha hecho gracia, pero claro, al principio, cuando no se conoce el fruto, hay que llamarles de alguna manera. A mi me encantan las castañas y también las aso al horno, bueno, según el tiempo que tenga, porque si no tengo mucho, las hago en el microondas, pero aunque están buenas igualmente, como en el horno, en ningún sitio. Mi padre, aún las sigue asando en la estufa de leña, ¡¡y ahí si que están riquísimas!! Pero vamos, en su defecto, en el horno están riquísimas. Además, es el fruto seco que menos calorías tiene, ¡¡así que a comer castañas!! Besitos y feliz finde.
ResponderEliminarHola Juan, las castañas me encantan, tanto que suelo comer de más y se me indigestan, me gustan tanto crudas como asadas, aunque no las he probado en dulces, sólo probé una vez el marrón glacé y no me gustó, no he vuelto a repetir.
ResponderEliminarNosotros las hacemos en la chimenea y nos saben a gloria, pero al horno no las despreciaría, no lo dudes que me las comía todas.
Un beso y buen fin de semana, por aquí se espera de campeonato con fuertes vientos y gota fría.
Muy buena introducion , no solo aprendemos recetas si no un poco de la historia que siempre va muy bien, las castañas asadas estan riquisimas mi padre solia hacerla en la barbacoa y quedaba riquisimas , en el horno tengo que probarla abrazos
ResponderEliminarYo también las hago así Juan y quedan buenísimas.
ResponderEliminarBesos.
Buenísimas, huele a calor de hogar , a familia y a preludio del invierno que ya lo tenemos encima. Todo un acierto publicarlas. Besos!!
ResponderEliminarque buenas , yo este año no las he comprado aun ¡¡¡¡ un besote
ResponderEliminarMe encantan las castañas, como más, asadas al fuego, tal como las hacemos en casa de mi hijo.
ResponderEliminarPero como en casa no tengo lumbre, las hago así como tú, al horno.
¡Hola Juan!, ya estoy por aquí, he andado muy liada y además he estado bastante tiempo fuera de casa por lo que no he podido ni acercarme por mi blog, pero ya estoy otra vez por aquí.
ResponderEliminarTengo una nuera a la que le encantan las castañas, yo sólo hago para Todos Santos pero viendo lo súper bien que te han quedado creo que alguno de estos días las probaré y seguro que la haré muy feliz. Un abrazo y hasta pronto
Juan ¿puedes creer que no se me ha ocurrido nunca hacerlas en el horno? Mi marido, para simplificar las hace en el microondas y aunque están buenas no hay punto de comparación con unas buenas castañas asadas.
ResponderEliminarCreo que ya no encuentro en el supermercado, pero me guardo tu receta para el próximo otoño
¡Besos mil!
Hola Juan, es la primera vez que veo lo de asarlas en el horno, mi madre siempre las ha asado con una sartén en el fuego, ves, todos los días se aprende algo nuevo.
ResponderEliminarSeguro que estan estupendas, me encantan.
Un beso.