Berenjenas

lunes, 13 de mayo de 2024

Tallarines con alcachofas, puerro y ajos tiernos

Hoy, el cuadro que incluyo, es también del mismo autor del que puse en la anterior entrada. El título es más corto, el olfato. Obviamente tiene relación por la gran cantidad de flores que figuran, así como por el ramo que esa pequeña criatura le ofrece a la mujer.
Creo que hubiera sido ideal para celebrar el Día de la Madre, ya que una madre es siempre una flor.

 El Olfato. Jan Brueghel el Viejo, colaboración con Rubens
El olfato. Jan Brueghel el Viejo y Rubens

Brueghel el Viejo, Jan. Bruselas, 1568 - Amberes, 1625
Esta es una de las colaboraciones entre Jan Brueghel el Viejo y Rubens, un conjunto de pinturas que representan la alegoría de los cinco sentidos. La tradición pictórica en la que fue formado Jan Brueghel el Viejo, que aprendió junto a su abuela la miniaturista María Bessemers, convierte esta colaboración en un conjunto perfecto donde la perfección y precisión de la pincelada del primero se complementa con la vívida representación de las figuras del segundo. Esta serie se considera como prototipo para otras alegorías realizadas por el mismo artista.
A diferencia de otros sentidos de la serie, El Olfato tiene lugar en un exterior donde de nuevo vemos una figura desnuda, presumiblemente Venus, acompañada de un amorcillo que le ofrece un ramo. El artista sitúa a las figuras en un jardín idílico, rodeado de arquitectura secundaria, donde vemos todo tipo de flores, árboles y animales en un ambiente galante, tranquilo y sosegado. Nos muestra un jardín atemporal, en el que lo único importante es el deleite. La pintura preciosista de Jan Brueghel el Viejo permite observar cada detalle con detenimiento; los diferentes colores de las flores, el tratamiento individualizado de cada uno de los conjuntos, como si fueran bodegones aislados, o la ejecución de las hojas de las copas de los árboles, que difumina generando una sensación de luz tamizada. La pintura de flores es una de las especialidades de Jan Brueghel el Viejo. Son muchas las obras que este artista realizó con este tema, tanto en guirnaldas que enmarcaban la figura de la virgen, sola o con el niño, muchas de las cuales también son colaboraciones con Rubens, como en jarrones aislados algunos de los cuales también aparecen en esta pintura. Así, además de las flores que simbolizan el olfato, también vemos otros elementos simbólicos como los perfumes o los guantes de ámbar.
Número de catálogo P001396
Título El Olfato
Fecha 1617 - 1618
Técnica Óleo
Soporte Tabla
Dimensión Alto: 66,5 cm; Ancho: 110 cm
Sala 083
Fuente: Museo del Prado

Antes de que acabe la temporada de la alcachofa vamos a preparar esta rica receta y de esa forma despedirnos de ella hasta la próxima temporada. A ver que os parece.
 
Tallarines con alcachofas, puerro y ajos tiernos

Tallarines con alcachofas, puerro y ajos tiernos
Ingredientes
100 gr de tallarines
4 alcachofas
1 puerro
1/2 cebolla
1 manojo de ajos tiernos (12 unidades)
1 diente de ajo
50 ml de vino blanco
2 cucharadas de salsa cazadora
50 gr de jamón en taquitos pequeños
2 pastillas de caldo de verduras
sal 
 
 
Elaboración
He aprovechado un poco de salsa que me guardé de la receta anterior.
A las alcachofas les quitamos las primeras capas de hojas hasta que blanqueen. Cortamos el tallo y las puntas. Repasamos el tallo y cortamos las alcachofas en cuartos y luego en laminas. Ponemos en un bol con agua y unas ramas de perejil.
Preparamos un caldo con agua y una pastilla de caldo de verduras.
Pelamos el diente de ajo y lo cortamos en laminas.
Quitamos la primera capa del puerro, partimos a lo largo y cortamos en medias lunas.
A los ajos tiernos le quitamos las raíces, la parte más verde y la primera capa. Cortamos en trozos medianos.
En una sartén con un fondo de aceite sofreímos las laminas de ajo, cuando toman color añadimos las alcachofas laminadas y cocinamos unos 5 minutos.
Sofriendo alcachofas

Incorporamos el puerro, la cebolla y los ajos tiernos troceados, salamos y cocinamos unos 15 minutos.
Incorporamos puerro y ajos tiernos

Añadimos el vino y dejamos reducir.
Tallarines con alcachofas. Añadimos vino

Incorporamos el caldo de verduras, la salsa cazadora, me guardé un poco de la receta anterior, y cocinamos hasta que comprobemos que están en su punto.
Tallarines con alcachofas. Incorporamos el caldo de verduras, la salsa cazadora
 
Incorporamos el jamón picado y removemos.
Tallarines con alcachofas. Incorporamos el jamón
 
Mientras en una cazuela calentamos agua con una pastilla de caldo de verduras. En una malla colocamos la parte mas verde de los ajos tiernos, la cerramos y la añadimos a la cazuela. Cuando comienza a hervir incorporamos los tallarines y cocinamos el tiempo que indique el fabricante, yo 8 minutos.
Cuando la salsa de verduras está en su punto, incorporamos los tallarines escurridos, removemos y listo para servir.
Mezclamos los tallarines con la salsa
Resultado final 
Tallarines con alcachofas, puerro y ajos tiernos
Espero que os haya gustado.

lunes, 6 de mayo de 2024

Pollo a la cazadora

Hoy el cuadro lleva este título. Creo que en la cocina deben anidar todos los sentidos, aunque en este cuadro, el autor solo haya tomado tres de los cinco.

El Gusto, el Oído y el Tacto. Brueghel el Viejo, Jan
El Gusto, el Oído y el Tacto. Brueghel el Viejo, Jan

Brueghel el Viejo, Jan. Bruselas, 1568 - Amberes, 1625
Miembro de una familia de grandes artistas, hijo de Pieter Bruegel el Viejo y nieto de Pieter Coecke y de Mayken Verhulst Bessemers, que, según la tradición, fue su primera maestra, ya que su padre murió cuando él era un niño. Se le llamó Brueghel de Velours (de Terciopelo), de las Flores o del Paraíso por su técnica pictórica y por algunos de los temas de sus obras. También es conocido como Jan Brueghel el Viejo para distinguirlo de su hijo Jan, hábil discípulo y colaborador suyo. Alcanzó un gran éxito profesional y social durante su vida y tuvo una pléyade de seguidores durante los siglos XVII y XVIII, pero ninguno alcanzó la perfección de su técnica. En 1590 viajó a Nápoles, luego a Roma y Milán, donde vivió en casa del cardenal Federico Borromeo, gran cliente y admirador suyo con quien estuvo en contacto hasta el final de sus días. En 1596 volvió a Amberes, donde en 1601 fue decano del Gremio de San Lucas. 
Después de su estancia en Praga en 1604, entró en contacto con los archiduques Alberto e Isabel Clara Eugenia; fue junto con Rubens uno de sus pintores favoritos, y pintor de la corte desde 1606. El estilo de Jan Brueghel en sus comienzos sigue la tradición del siglo XVI influido por los grandes pintores del paisaje Joachim Patinir, Henri Met de Bles y Cornelis van Dalem, y su padre Pieter Brueghel el Viejo. Ya en los primeros años del siglo XVII, su espíritu innovador se hace visible y sus paisajes panorámicos, montañosos y de bosques frondosos se van convirtiendo en paisajes menos pintorescos y más realistas, más llanos, menos imaginarios y distantes y las líneas horizontales van dominando las composiciones. En la primera década del siglo XVII ya ha experimentado sus cambios fundamentales y dispone de un repertorio variado que seguirá inspirándole hasta su muerte. Le unió una gran amistad con Rubens, Joost de Momper, Hendrick van Balen y Sebastian Vrancx, con los que colaboró realizando obras conjuntas con asiduidad. Cultivó con éxito varios géneros de la pintura, pero es famoso especialmente por sus bellísimos paisajes y naturalezas muertas: bodegones, guirnaldas y floreros.
Esta obra, junto con su pareja La Vista y el Olfato son réplicas de dos cuadros perdidos pintados en Amberes para los Archiduques Alberto e Isabel Clara Eugenia. Fueron un regalo del Ayuntamiento a sus gobernantes, encargándole las obras a Jan Brughel el Viejo, que contó con la colaboración para la ejecución de doce pintores de dicha ciudad. Los originales se perdieron en el incendio del Palacio de Bruselas en 1731. De esta forma las obras de Madrid son un documento importantísimo para conocer el aspecto de los originales. 
La triple arquería abierta al fondo, la pareja de guacamayos rojos apoyados en la barandilla y la vista al fondo de la residencia de Mariemont fueron utilizadas en El Oído en la serie de 1618. La diferencia es el punto de vista utilizado. El bodegón de la esquina inferior del lienzo aparece en El Gusto, igual que el plato con ostras que toca la mujer.
Es un óleo sobre lienzo sin forrar.
Número de catálogo P001404.
Hacia 1620
Sus medidas son Alto: 176; Ancho: 264 cm.
No expuesto
Fuente: Museo El Prado. Madrid.

Pollo a la cazadora
 
ingredientes pollo a la cazadora
 Ingredientes
2 cuartos traseros de pollo
2 dientes de ajo
1 cebolla
3 alcachofas
1 pimiento rojo
1 puerro
200 g de setas de cardo
3 tomates (1 para hacer el caldo)
1 pastilla de caldo
1 cucharada sopera de carne de pimiento choricero
1 vaso de vino blanco (125 ml)
1 cucharadita de tomillo seco
1 cucharadita de orégano
harina
aceite de oliva virgen extra
sal
pimienta negra molida

Elaboración
Preparamos un caldo con una carcasa de pollo troceada, la pastilla de caldo, un tomate y el tallo verde del puerro. Salamos, desespumamos a medida que lo necesite, colamos y reservamos.
Limpiamos las alcachofas, quitamos las primeras capas de hojas, repasamos el fondo y el tallo y las cortamos en cuartos. Las colocamos en un bol con agua y unas ramas de perejil.
Pedimos en la carnicería que los cuartos traseros los corten por la mitad. Salpimentamos y enharinamos.
En una cazuela con un fondo de aceite doramos los trozos de pollo. Una vez dorados, apartamos y reservamos.
En el mismo aceite, agregamos los dientes de ajo picados. Cuando empiecen a coger color, incorporamos la cebolla, el blanco del puerro, el pimiento rojo, picados y las alcachofas troceadas en cuartos. Salamos y dejamos sofreír, a fuego medio, hasta que la verdura esté bien sofrita.
Incorporamos los tomates rallados y la carne de pimiento choricero, dejamos sofreír unos instantes a fuego alto. Vertemos entonces el vino blanco y dejamos cocinar hasta que haya reducido el líquido.
Cortamos las setas en dados de tamaño medio e incorporamos también a la cazuela.
Cuando haya reducido el líquido, incorporamos el pollo, cubrimos con caldo y probamos de sal. Añadimos el tomillo seco y orégano.
Vamos removiendo de vez en cuando, durante unos 30 minutos hasta que la salsa vaya espesando.


pollo a la cazadora
¿Qué tal os ha parecido? Espero que guste.

lunes, 29 de abril de 2024

Plato combinado (tortilla de patata y calabacín, endibia y tomates cherry)

Después de unos días de celebraciones, no tenía muchas ganas de meterme en la cocina, pero hay que alimentarse, se tenga o no ganas de cocinar, y como la receta creo que bien puede prepararse para una excursión al campo y ahora que va a entrar el mes de mayo, con ese largo puente, pongo este cuadro que refleja lo bien que se pasa en esas excursiones.
La merienda. Francisco de Goya
 
Goya y Lucientes, Francisco de (Fuendetodos, Zaragoza, 30.3.1746 - Burdeos (Francia), 16.4.1828)
Goya nació accidentalmente en Fuendetodos, pueblo de su familia materna. Braulio José Goya, dorador, de ascendencia vizcaína, y Gracia Lucientes, de familia campesina acomodada, residían en Zaragoza, donde contrajeron matrimonio en 1736. Francisco fue el cuarto de seis hermanos.
El cuadro es un cartón para tapiz con la representación de un grupo de majos, sentados a orillas del río Manzanares a las afueras de Madrid, que descansan comiendo, bebiendo y fumando, mientras brindan por la naranjera que se les ha acercado con su mercancía. A la derecha se puede entrever la ermita de la Virgen del Puerto, oculta por un grupo de árboles. Es excelente el bodegón del primer término, pero no lo es menos el juego amoroso entre la naranjera y los majos.
Después de los modestos inicios en Aragón, donde se le atribuye, de hacia 1765, el relicario, destruido, de la parroquia de Fuendetodos con la Aparición de la Virgen del Pilar a Santiago, así como varias pinturas para la devoción privada confirmadas como de su mano en los últimos años, la carrera cortesana se perfilaba como la única posible para un joven con ambiciones. Se trasladó a Madrid en 1763, siguiendo a Bayeu, que trabajaba en la decoración del Palacio Real. En diciembre de 1763 Goya quiso obtener una pensión de la Academia de Bellas Artes de San Fernando y en 1766 se presentó al premio de primera clase de pintura, aunque fracasó en ambos.
Es un óleo sobre lienzo.
Sus medidas son Alto: 271 cm; Ancho: 295 cm
Pintado en 1776.
Número de catálogo P000768
Sala 086

Fuente: Museo del Prado

En uno de esos días había preparado una tortilla de patata y calabacín, siempre me la piden, y como hago más que menos, procuro guardar un trozo para una cena. Vi que tenía endibias y tomates cherry y ni corto ni perezoso se me ocurrió preparar para la cena este plato combinado. No es que sea una obra de arte pero rico, si que estaba.
Ya veis que no tiene complicación y lo cierto es que te resuelve una comida, merienda o una cena.
Ahí os lo dejo.

Plato combinado (tortilla de patata y calabacín, endibia y tomates cherry)

Plato combinado (tortilla de patata, endibia y tomates cherry)
Ingredientes
Tortilla de patata y calabacín
3 patatas medianas
1 cebolla mediana
1/2 calabacín
6 huevos
aceite de oliva virgen extra
sal
 
Resto ingredientes
1 endibia
6 tomates cherry 
palitos de surimi
ajo molido
sal
aceite de oliva virgen extra
 
Elaboración (tortilla)
Pelamos y cortamos la patata y el calabacín en lonchas finas. Picamos la cebolla muy fina. 
En un bol mezclamos los tres ingredientes.
En una sartén se pone aceite, cuando está caliente echamos el contenido del bol
y freímos a fuego lento, hasta que las patatas estén hechas.
 Probamos de sal y rectificamos si es necesario. Escurrimos y reservamos.
Batimos en un bol los huevos con una pizca de sal, echamos la fritada y mezclamos bien.
En una sartén, se pone un fondo de aceite y cuando está templado se echa el contenido del bol; esperamos que cuaje y damos la vuelta para que se haga por la otra cara.
 
Resto de ingredientes
Quitamos las primeras hojas a la endibia, cortamos por la mitad en sentido longitudinal, colocamos en el plato, salamos y regamos con aceite.
Lavamos los tomates cherry, los cortamos por la mitad, salamos, espolvoreamos con ajo molido y regamos con aceite.
Cortamos unos palitos de surimi en trozos y añadimos al plato.
 
Plato combinado (tortilla de patata y calabacín, endibia y tomates cherry)
Y listo para disfrutar de una rica y sencilla comida o cena.

lunes, 22 de abril de 2024

Bizcocho de limón

Finalizando el mes de abril, en esta semana que comienza hoy, tienen lugar dos acontecimientos para mí, muy importantes. Por una parte un cumpleaños de alguien muy cercano y por otra el decimosexto cumpleaños del blog. Parece que fue ayer, pero ya han transcurrido 16 años de mi primera publicación, en concreto el 25 de abril de 2008 y fue un esgarrat
A lo largo de estos años ha habido de todo, aunque lo que no se ha perdido es la ilusión. Este blog no pretende grandes cosas, es como su nombre indica, la afición de una persona por la cocina y ese es mi caso. Cierto es que el peso de los años se va haciendo notar, pero mientras el cuerpo aguante aquí seguiré publicando hasta no se sabe cuando.
Para celebrar ambos acontecimientos decidí preparar un bizcocho. No hay velas ni números, pero si queda un delicioso aroma y un exquisito sabor.
Como la entrada de hoy puede considerarse un postre, he estado buscando algún cuadro que tenga algo de relación y he encontrado este de un pintor valenciano que ya mencioné en otra entrada y que de nuevo vuelvo a citar.
Dulces y frutos secos sobre una mesa. Hiepes, Tomás
Dulces y frutos secos sobre una mesa. Hiepes, Tomás

Hiepes, Tomás
Valencia, Hacia 1610 - Valencia, 1674
Pintor español, el más destacado bodegonista de la pintura barroca valenciana. Desde el punto de vista biográfico se conoce poco sobre él; aparecen obras suyas firmadas desde 1642 hasta 1674, año de su muerte. A él se debe el mayor interés por este género en el ámbito valenciano. Estilísticamente, sus composiciones resultan arcaizantes, comparadas con las que se realizaban esos mismos años en Madrid. Prefiere un tipo de presentación simétrica, ordenada, que raramente altera. Construye las figuras a base de aplicar sucesivas capas de veladuras y delimitar linealmente los contornos, y otorga gran importancia a la consecución de las calidades de los materiales representados. El tipo de iluminación que emplea es de carácter tenebrista, junto a una gama cromática similar a la de Jerónimo Jacinto de Espinosa. Cultivó tanto el bodegón de cacharros como las representaciones de flores y naturalezas muertas acompañadas de paisajes, e incluso escenas de caza que presentan referencias a modelos italianos. Hiepes, es la gran figura de la pintura valenciana de floreros y bodegones.
En el cuadro, dos cestos, uno con avellanas y castañas y otro con retorcidos barquillos, flanquean una botella oscura que se alza en medio marcando la línea del eje de simetría principal en torno al cual se ordena la composición; delante, un plato metálico de plata o latón con fragmentos de turrón y una rosquilla, tres dulces más (o panes), uno de ellos con la superficie bien azucarada y otro plato metálico que exhibe media docena de tortas, la superior troceada, completan el apetitoso conjunto. La superficie sobre la que se levanta este espléndido complejo, propio de postres o meriendas, resulta extraordinariamente sencilla por contraste con el complejo agrupamiento: un simple tablero, pintado con un tono rojizo y del que se aprecian los cuatros bordes, destacándose vigorosamente contra un fondo oscuro, que otorga a todos los elementos de la pieza un vigoroso relieve, que los aproxima aún más al sorprendido espectador que hipotéticamente contempla el cuadro valorando su excepcional sentido de la realidad.
El rico y diversificado cromatismo y la iluminación que contribuye a provocar efectos de claroscuro son circunstancias que denotan y refuerzan la maestría del artista a la hora de diferenciar las calidades táctiles de los comestibles, que resultan identificados con facilidad en toda la sugestiva dimensión de sus características, como testimonio de los atractivos aspectos del panorama de dulces en los alimentos propios de las tradiciones españolas.
Es un óleo sobre lienzo.
Número de catálogo P007914.
Sus medidas son Alto: 65; Ancho: 95 cm.
Sala 008A.
Fuente: Museo El Prado. Madrid.

Hacía tiempo que no publicaba una receta de bizcochos, en concreto desde el último que puse ya han pasado tres largos años y es que el tiempo no corre, vuela, y más cuando la juventud ha quedado casi olvidada.
En este en concreto me he inspirado en uno que Concha Cabello, publicó allá por el mes de mayo. Lo vi, me gustó y me decidí a llevarlo a la práctica, y este ha sido el resultado. He introducido pequeñas modificaciones especialmente en lo que se refiere a cantidades, pero en grado mínimo. Espero Concha que sea de tu agrado.
 
Bizcocho de limón
 
bizcocho de limón Ingredientes
3 Huevos
330 ml de aceite de oliva
220 ml de leche
160 gr de azúcar
450 gr de harina
100 ml de zumo de limón (aprox. 2 limones)
ralladura de los limones
3 sobres dobles de gasificante
semillas de ajonjolí

Elaboración
Precalentamos el horno a 200ºC (calor arriba y abajo)
Forramos el molde con papel de hornear.
En un bol batimos los huevos con el aceite y la leche. cuando esté todo bien mezclado añadimos el azúcar y removemos hasta su disolución.
Mezclamos la harina con los sobres de gasificantes y con la ayuda de un colador la tamizamos y vamos añadiendo poco a poco a la mezcla anterior hasta que la masa quede homogénea.
Rallamos los limones y añadimos la ralladura a la mezcla.
Exprimimos los limones, apartamos 100 ml y lo añadimos a la mezcla anterior.
Vertemos la masa en el molde, que tendremos forrado con el papel. Damos unos golpes con el molde sobre la encimera para asentar la masa y espolvoreamos la superficie con azúcar y las semillas de ajonjolí.
Introducimos en el horno precalentado y horneamos a 180ºC 30 minutos, transcurrido ese tiempo bajamos la temperatura a 170ºC y mantenemos en cocción 10 minutos más.

Bizcocho de limón

Bizcocho de limón

Bizcocho de limón

Espero que sea de vuestro agrado así como también para Concha Cabello que es de quien he tomado la receta.
Tengo que decir que el bizcocho es una delicia.

lunes, 15 de abril de 2024

Berenjenas al horno rellenas de cuscús y chistorra

El invierno ya pasó aunque no lo parecía a tenor de las temperaturas y climatología que hemos tenido, de ahí que incluya este cuadro como despedida de esa estación y recibir a la esperada primavera que, hace bien poco que hizo su entrada. 
 
 La Primavera. Taller de Bassano
La Primavera. Bassano

Taller de Bassano.
Las Estaciones conforman el segundo de los tres ciclos de cuatro lienzos salidos del taller Bassano en la década de 1570 junto al de Noé y el de los Elementos, y como éstos, conoció un éxito extraordinario generando múltiples réplicas.
Tal como lo concibió Jacopo Bassano hacia 1574-1575, el ciclo de las estaciones resultaba totalmente novedoso en el panorama italiano por no recurrir al lenguaje alegórico para su visualización, y ser la primera vez que no eran pintadas para un emplazamiento determinado.
Las Estaciones del Prado derivan del ciclo vienés, del que toman la composición general y varias figuras concretas, como el joven cazador con tocado rojo en compañía de dos lebreles de la Primavera. Todas las escenas están presididas por el monumental Monte Grappa en la lejanía, lo que refuerza el carácter cíclico de la serie y permite visualizar mejor los cambios inherentes a cada estación. Las diferencias radican en su menor tamaño y en la ausencia de los pequeños episodios bíblicos en el paisaje, pero también en su inferior calidad. Si bien ambas series salieron de la bottega, la vienesa fue ejecutada por Jacopo y Francesco, mientras que en la de Madrid tal tarea correspondió a miembros menos dotados del obrador.
Número de catálogo: P000030.
Título: La Primavera
Autor: Taller de Bassano
Óleo sobre lienzo
Sus medidas son: Alto 68 cm; Ancho 86 cm.
Pintado segunda mitad siglo XVI.
No expuesto
Museo Nacional del Prado. Madrid.


Berenjenas al horno rellenas de cuscús y chistorra
Estos son los pasos a seguir para preparar estas ricas berenjenas rellenas. La receta la vi en un programa de tele, le he introducido algunos cambios ya que la original llevaba carne de pavo y, como no la utilizo, la sustituí por chistorra que nos encanta.
 
berenjena rellena horneadaIngredientes
1 berenjena
80 gr de cuscús
80 ml de agua
100 gr de chistorra
1 cebolla
1 diente de ajo
100 ml de brandy
aceite de oliva virgen extra
sal
queso

Elaboración Precalentamos el horno a 180ºC.
Preparamos el cuscús. En un bol ponemos el cuscús, en un cazo ponemos a calentar el agua. Cuando empieza a hervir, volcamos sobre el cuscús, salamos, regamos con un poco de aceite, removemos y reservamos.
Cortamos el pedúnculo de la berenjena, la cortamos por la mitad en sentido longitudinal, le hacemos unos cortes transversales, salamos y pulverizamos la superficie con aceite.
Cuando el horno alcanza su temperatura introducimos las berenjenas colocadas sobre papel de aluminio encima de una placa de horno y horneamos unos 25 minutos. Comprobamos que está hecha pinchando con una brocheta de madera, sacamos y dejamos enfriar. Una vez fría con ayuda de un sacabocados retiramos la carne y dejamos las medias mitades listas para rellenar.
Mientras se hornea la berenjena preparamos el resto de ingredientes.
Pelamos el ajo y lo picamos fino.
Pelamos la cebolla y la cortamos en trozos pequeños.
Quitamos la piel a la chistorra y la desmenuzamos.
En una sartén con un fondo de aceite sofreímos el diente de ajo picado. Cuando toma color añadimos la cebolla y sofreímos a fuego lento hasta que transparente. Incorporamos la chistorra, removemos y transcurridos un par de minutos mojamos con el brandy. Dejamos evaporar y añadimos la carne de la berenjena troceada. Sofreímos un par de minutos, apartamos del fuego y dejamos templar.
En un bol echamos el sofrito de berenjena y chistorra, incorporamos el cuscús y removemos para mezclar.
Con esta farsa rellenamos las barcas de la berenjena. Cubrimos con queso y horneamos unos 25 minutos, los últimos 5 minutos gratinamos. El tiempo depende de cada horno.

berenjenas rellenas de cuscús y chistorra

berenjenas rellenas de cuscús y chistorra

berenjenas rellenas de cuscús y chistorra

Confío en que os gusten.

lunes, 8 de abril de 2024

Alubias rojas con verduras

Después del paréntesis de la Semana Santa y aquí con las vacaciones en los colegios, volvemos a la normalidad y con ella a la publicación de nuevas recetas. El invierno ya pasó aunque no lo parecía a tenor de las temperaturas y climatología que hemos tenido, de ahí que incluya este cuadro como despedida de esa estación.
El Invierno (Mariano Salvador Maella)
El Invierno (Mariano Salvador Maella)
 
El cuadro nos muestra el interior de una casa, en un paisaje nocturno y nevado, en donde un matrimonio de campesinos se calienta al fuego junto a una mesa con una cena preparada.
Mariano Salvador Maella (Valencia, 1739 - Madrid, 1819)
Pintor, grabador e ilustrador español. Hijo de un modesto pintor del mismo nombre, en 1750 se trasladó a Madrid para ingresar en el estudio de dibujo del escultor Felipe de Castro y posteriormente lo hizo en la recién creada Academia de San Fernando, donde acudió a las clases del pintor Antonio González Velázquez, quien le transmitió todos los elementos del barroco tardío dieciochesco, con su característica delicadeza rococó a la romana, derivada de Corrado Giaquinto. Tras completar sus estudios y después de haber ganado varios premios en los certámenes de la Academia, Maella se trasladó a Roma en 1757. En la Ciudad Eterna inició su carrera profesional con un encargo para la iglesia de la comunidad española de los Santos Inocentes. 
No obstante, la influencia del barroco quedó relegada cuando Maella regresó a España en 1765 y entró en la órbita de Anton Raphael Mengs, quien le acogió en su círculo de protegidos y le facilitó encargos regios. A partir de entonces desarrolló una amplia labor de fresquista en la decoración del Palacio Real de Madrid y en otros sitios reales. En 1774 fue nombrado pintor de cámara y en 1776 comenzó el ciclo de pinturas al fresco del claustro de Toledo, empresa artística que compartió con Bayeu. A su labor artística hay que sumar las obligaciones que tuvo en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, de la que fue miembro de mérito desde 1765 y donde sustituyó a Mengs en su labor docente, después del regreso de éste a Roma en 1769, hasta lograr el nombramiento de teniente director en 1772. 
En 1794 fue designado director de pintura y al año siguiente, tras la muerte de Bayeu, se convirtió finalmente en el director general de la institución. En la cima de su carrera, Carlos IV le concedió en 1799 el título de primer pintor del rey, vacante desde la muerte de Mengs, aunque compartido con Francisco de Goya. Tras la Guerra de la Independencia, en los procesos llevados a cabo por Fernando VII, quedó relegado de sus cargos y fue sustituido por su discípulo.
Pintado hacia 1805-1806
Es un óleo sobre lienzo.
Número de catálogo P002500.
Sus medidas son Alto: 143 cm; Ancho: 85 cm.
Sala 088
Fuente: Museo El Prado. Madrid.

Alubias rojas con verduras

alubias rojas con verduras
 Ingredientes
200 gr de alubias rojas
1 cebolla
1 puerro
1 zanahoria
1 cucharada de tomate frito
3 dientes de ajo
1 hoja de laurel
2 clavos de especia
600 ml de caldo de verduras
aceite de oliva virgen extra
sal

Elaboración
La noche anterior ponemos a remojo las alubias.
Pelamos la cebolleta y la picamos bien fina.
Quitamos al puerro la primera capa y lo cortamos a rodajas.
Pelamos la zanahoria, la cortamos a lo largo por la mitad y luego en media lunas.
En la olla rápida ponemos un poco de aceite y cuando toma calor añadimos la cebolleta, el puerro todo bien picado. Cuando comienza a transparentar añadimos la zanahoria, la hoja de laurel, los dientes de ajo enteros sin pelar y los clavos de especia. Salamos y rehogamos. Agregamos el tomate frito y removemos.
Incorporamos las alubias escurridas y lavadas y cubrimos con el caldo. Dejamos que comience a hervir, cortamos la cocción con un poco de agua y cuando vuelve de nuevo a hervir cerramos la olla y desde que comienza a salir vapor mantenemos en cocción a fuego suave unos 10 minutos.
Dejamos despresurizar, abrimos y comprobamos el punto de cocción y de sal.
Si hiciera falta se arrima de nuevo al fuego hasta que estén en su punto.
 
alubias rojas con verduras

 Confío en que sean de vuestro agrado.

lunes, 25 de marzo de 2024

Garbanzos con bacalao y acelgas

Ayer domingo dio comienzo la Semana Santa, el momento litúrgico más intenso de todo el año. Sin embargo, para muchos se ha convertido sólo en una ocasión de descanso y diversión.
A la Semana Santa se le llamaba en un principio “La Gran Semana”. Ahora se le llama Semana Santa o Semana Mayor y a sus días se les dice días santos.
Hoy el cuadro que inserto no tiene nada que ver con la receta, pero sí con lo que representan estos días.

La Última Cena. Juan de Juanes
La Última Cena. Juan de Juanes
 

Juan de Juanes.
Fuente la Higuera, Valencia, h.1503/05 - Bocairente, Valencia, 1579
Uno de los más importantes pintores del renacimiento español, dominador absoluto del panorama valenciano a mediados del siglo XVI. 
La autoría de algunas de sus obras está todavía en discusión, adjudicándoselas a su padre, el pintor Juan Vicente Masip que, activo ya en 1493, fue, sin duda, uno de los grandes pintores valencianos de la primera parte del quinientos. Su hijo Juan comenzó a trabajar en el taller paterno y juntos colaboraron en la realización de numerosos trabajos. El nombre de Juan aparece por vez primera en relación con el retablo de la catedral de Segorbe, en 1531.
A partir de los años treinta, Juan de Juanes se afianza como la personalidad dominante del taller, y llega a convertirse en la figura artística más respetada y requerida de Valencia. Las alabanzas de los escritores contemporáneos nos dan idea de la fama que logró en vida. Juanes estuvo en contacto con la cultura literaria y los importantes círculos humanísticos de la capital virreinal y parece haber sido un artista de intensa preocupación intelectual, que dominaba el latín Su pintura mantiene un componente flamenco que pudo renovar visitando las colecciones de personajes notables a los que frecuentó, como Mencía de Mendoza.
Aunque en Juanes es preponderante la pintura de temática religiosa, también llevó a cabo obras mitológicas y una serie de retratos de los prelados de la catedral de Valencia. Donde Juanes alcanza una de sus máximas cotas es en los lienzos del Retablo de San Esteban (Prado), pintados para el retablo mayor de la iglesia de San Esteban de Valencia hacia 1562 y que permanecieron allí hasta su adquisición por Carlos IV alrededor de 1800. En ellos el pintor se muestra en plena forma, dominando todos los recursos pictóricos.
El cuadro fue pintado para el banco del retablo mayor de San Esteban, de Valencia, junto a las pinturas sobre la vida de San Esteban. Inspirada en Leonardo, tanto por lo que se refiere al espacio como a la elocuente expresividad de los apóstoles. El pintor valenciano centró la escena en torno a Jesús, sereno y triunfante, en el momento de consagrar la sagrada hostia. El cáliz que aparece en el centro de la mesa reproduce el que se guarda en la catedral de Valencia, considerado el auténtico vaso utilizado por Jesucristo en la Última Cena. Todos los Apóstoles llevan nimbo con su nombre excepto Judas Iscariote, aunque su nombre aparece en el banco que ocupa. Tiene la barba y el cabello rojos, según la tradición, viste de amarillo -color simbólico de la envidia-, y oculta a sus compañeros la bolsa del dinero.
Número de inventario: P000846.
Óleo sobre tabla
Sus medidas son Alto: 116 cm; Ancho: 191 cm.
Pintado hacia 1555 - 1562.
Museo Nacional del Prado. Madrid.

Garbanzos con bacalao y acelgas

Garbanzos con bacalao y acelgas
Ingredientes
280 gr de garbanzos lechosos
250 gr aprox, de bacalao en su punto de sal (4 trozos)
200 gr de acelgas en conserva
2 huevos
1 pimiento amarillo
1 cebolla
2 zanahorias
2 dientes de ajo
1 rodaja de pan
1 hoja de laurel
1/2 cucharada de postre de pimentón dulce
aceite de oliva virgen extra
sal
 
Elaboración
La noche anterior ponemos en remojo los garbanzos.
En un cazo ponemos agua a calentar con una pizca de sal y un chorreón de vinagre. Introducimos los huevos y desde que comienza el agua a hervir mantenemos en cocción suave 10 minutos. Transcurrido ese tiempo, refrescamos con agua del grifo y dejamos enfriar. Pelamos, uno de ellos lo cortamos en rodajas y el otro lo machacamos con ayuda de un tenedor. Reservamos.
Pelamos la cebolla, partimos por la mitad y reservamos.
Quitamos al pimiento el pedúnculo, cortamos por la mitad, retiramos las semillas y nervios interiores y cortamos en tiras.
Quitamos los extremos a las zanahorias, las pelamos y las cortamos en trozos.
En una malla introducimos los trozos de zanahoria, una media cebolla y medio pimiento cortadas las tiras en trozos.
En la olla rápida ponemos agua a calentar. Introducimos la malla con las verduras y la hoja de laurel, cuando comienza a hervir salamos, añadimos los garbanzos, cerramos y cocinamos desde que salga vapor, a fuego suave, unos 10 minutos. Dejamos despresurizar, abrimos la olla, extraemos la malla y colocamos las verduras en el vaso de la batidora. Trituramos y  reservamos.
Colamos los garbanzos y reservamos el caldo de cocción en una cazuela.
Mientras cuecen los garbanzos ponemos un poco de aceite en una sartén y sofreímos un diente de ajo picado. Cuando toma color retiramos y lo ponemos en un mortero.
En ese aceite freímos la rodaja de pan. Cuando adquiere un color dorado la retiramos y colocamos sobre papel absorbente para eliminar exceso de aceite.
En esa misma sartén sofreímos la otra media cebolla y la otra mitad del pimiento amarillo cortados a trozos pequeños. Salamos y cuando la cebolla transparenta apartamos del fuego, echamos el pimentón, removemos, incorporamos las acelgas lavadas y escurridas y sofreímos el conjunto unos minutos. Volcamos sobre el caldo de los garbanzos, arrimamos al fuego y cocinamos a fuego suave.
Troceamos la rodaja de pan frita y majamos con el diente de ajo en el mortero. Reservamos.
En una sartén ponemos un poco de aceite, cuando calienta colocamos los trozos de bacalao limpios y secos. Cocinamos un par de minutos por cada lado, los sacamos y colocamos en un plato con papel absorbente para quitar exceso de aceite. Reservamos.
Transcurridos unos minutos de cocción del caldo de garbanzos con el sofrito de cebolla, pimiento, pimentón y acelgas incorporamos los garbanzos, volcamos el contenido del mortero y uno de los huevos machacados, removemos y cocinamos a fuego suave.
Probamos de sabor y rectificamos de sal si hiciera falta. Incorporamos los trozos de bacalao y mantenemos en cocción a fuego suave unos 5 minutos.
Emplatamos colocando un trozo de bacalao en la superficie y acompañamos con dos rodajas de huevo cocido.
 
Garbanzos con bacalao y acelgas

Garbanzos con bacalao y acelgas

Que disfrutéis de estos días. 
Nos vemos en la segunda semana de abril.

lunes, 18 de marzo de 2024

Judías verdes a la gallega

Bodegón de cocina con peces y hortalizas. José María Corchón
Bodegón de cocina con peces y hortalizas

Corchón, José María
Pintor español, formado en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando de Madrid, especializándose en la temática de bodegones, aunque también cultivó otros géneros. En la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1864 presentó seis bodegones con los que obtuvo un diploma y que pasaron a ser propiedad de la Junta de Beneficencia. Los seis bodegones que tiene el Museo del Prado fueron donados por la duquesa viuda de Pastrana en 1889.
Número de catálogo P002905
Oleo sobre lienzo.
Sus medidas son Alto: 140 cm; Ancho: 187 cm.
Pintado hacia 1850.
Ubicación: Embajada de España en Buenos Aires. En depósito.


Judías verdes a la gallega
judías verdes a la gallega
Ingredientes
600 gr de judías verdes
2 patatas
1 cebolleta
1 puerro
3 dientes de ajo
2 hojas de laurel
aceite de oliva virgen extra
1 cucharada de vinagre
1 cucharada de pimentón dulce
sal
 
Elaboración 
En una cazuela ponemos a calentar agua y una pizca de sal. Pelamos y cortamos la cebolleta y el puerro por la mitad y los introducimos en una malla y la introducimos en la cazuela con el agua.
Pelamos las patatas, las cortamos en cachelos y las agregamos a la cazuela. Echamos las hojas de laurel y cocemos todo junto durante unos 6-8 minutos.
Limpiamos y cortamos las judías en trozos medianos. Introducimos en la cazuela y cocinamos durante unos 15 minutos.
Sacamos la red y el laurel y escurrimos las patatas y las judías verdes y reservamos.
Pelamos los dientes de ajo, los cortamos en láminas y los rehogamos en una sartén con un poco de aceite. Una vez toman color retiramos la sartén del fuego y añadimos el pimentón. Cocinamos unos momentos, añadimos el vinagre.
Emplatamos las patatas y las judías verdes y regamos con el sofrito de ajos y vinagre.
 
Listas para recibir el sofrito
judías verdes a la gallega
Con el sofrito y listas para disfrutarlas
judías verdes a la gallega

Espero que os gusten.

lunes, 11 de marzo de 2024

Tortilla de berenjena con morcilla de Burgos

Ayer domingo por fin terminaron las fiestas de la Magdalena. Han sido 9 días llenos de petardos, cohetes, castillos de fuegos amén de otras actividades. Calles cortadas, ruido por doquier, así que hemos aprovechado para ausentarnos unos días y librarnos de tanto ruido. No somos festeros jj. No obstante, finalizando las fiestas y mientras me tomaba mi vermú diario, tuve la suerte y el honor de compartir un espacio junto a la Na Violant de las fiestas de Castellón. Se encontraban próximas a mí y me atreví a solicitarles permiso para hacerme una fotografía con ella y su Corte de Honor. Y aquí estoy junto con ellas. Muy amables y por supuesto muy guapas.
 
Na Violant 2024
 
Morcilla de Burgos
Como todos sabemos la morcilla es un embutido hecho a base de sangre, normalmente de cerdo, a la que se unen otros ingredientes, principalmente, cebolla y arroz.
El origen de la morcilla viene de antiguo ya que al parecer fue un tal Apctonete, uno de los siete grandes cocineros griegos de la antigüedad, al que se le ocurrió la idea de introducir hierbas y carne picada en la tripa limpia de un cerdo, para posteriormente secarlas o asarlas.
 
Aparece reseñada en la Odisea de Homero, en su canto XVIII cuando los pretendientes tratan de vejar a Odiseo:
Así dijo y todos comenzaron a reírse; rodearon a los andrajosos mendigos y les dijo Antínoo, hijo de Eupites:
« Escuchadme, ilustres pretendientes, mientras os hablo. Hay en el fuego unos vientres de cabra, estos que hemos dejado para la cena llenándolos de grasa y de sangre. El que venza de los dos y resulte más fuerte podrá levantarse él mismo y coger el que quiera. Además, podrá participar siempre de nuestro banquete y no permitiremos que ningún otro mendigo se nos acerque a pedir.».
 
La morcilla de Burgos es la variedad más conocida de este embutido. Creada en el siglo XVIII, ya que fue en esas fechas, cuando llegó a Castilla el arroz procedente de Valencia — su cultivo estuvo prohibido desde el siglo XIII al XVIII — y se convirtió así en uno de sus ingredientes principales.

Y para acabar con la morcilla os dejo lo que Baltasar del Alcázar, poeta español del Siglo de Oro,  escribió en sus poesías festivas, tanto en Cena jocosa como en La Cena. Dice así (sic): 

La ensalada y salpicón
hizo fin. ¿Quien viene agora?
La morcilla, !oh, gran señora
digna de veneración!
¡Qué oronda sale y qué bella!
¡Qué bizarro garbo tiene!
Yo sospecho, Inés, que viene
Para que demos en ella.
Más di; ¿no adoras y aprecias
la morcilla ilustre y rica?
¡Cómo la traidora pica!
tal debe de estar de especias.
¡Qué llena está de piñones!
Morcilla de cortesanos
y asada por esas manos
hechas a cebar lechones
 
El pasado día 9 de marzo se celebró el día de la tortilla de patata. Obviamente, esta no es una tortilla de patata pero no tiene nada que envidiarla, además la propongo para ser incluida en ese altar de tortillas como es El Club de la Tortilla Perfecta que tiene Concha Cabello.

Tortilla de berenjena con morcilla de Burgos


alcachofas con gambas
 Ingredientes
6 huevos
1 berenjena
1 diente de ajo
100 gr de morcilla de Burgos
aceite de oliva virgen extra
sal 

 
Elaboración
Cortamos la berenjena en rodajas y las ponemos en un bol con agua y sal unos 15 minutos, para quitarle el amargor. Transcurrido ese tiempo cortamos las rodajas en bastones y posteriormente en dados.
Pelamos y picamos fino el diente de ajo.
Quitamos la piel a la morcilla y la desmenuzamos.
En una sartén con un fondo de aceite incorporamos la berenjena y el diente de ajo picado. A media cocción incorporamos la morcilla desmenuzada y sofreímos a fuego suave hasta que esté la berenjena en su punto. Retiramos del fuego, sacamos y dejamos escurrir para eliminar el exceso de aceite.
En un bol cascamos los huevos, añadimos una pizca de sal y los batimos hasta que espumen.
Incorporamos el sofrito bien escurrido, removemos y dejamos reposar unos minutos para que empape el conjunto.
Ponemos en una sartén unas cucharadas de aceite del sofrito. Cuando toma calor volcamos el contenido del bol, dejamos cuajar y con ayuda de un plato damos la vuelta a la tortilla para que se haga por los dos lados. Cuando la tenemos a nuestro gusto apartamos y lista para degustar. 

Tortilla de berenjena con morcilla de Burgos

Tortilla de berenjena con morcilla de Burgos
 
Va dedicada al Club de la Tortilla Perfecta de Concha Cabello, por si tiene a bien sea admitida.
 
Espero que sea tanto de vuestro agrado como el de Concha Cabello. A nosotros nos encantó.