Hoy el plato que os propongo apenas tiene dificultad máxime si lo hacemos empleando la olla rápida que, para este tipo de carne viene muy bien.
Esta carne se suele utilizar bastante por esta zona especialmente si de un arroz al horno se trata o incluso en paella, aunque estoy seguro de que más de un puritano no estará de acuerdo en que se incluya.
Hemos entrado en la última semana de mayo y el calor está campando a sus anchas, las temperaturas que tenemos no son las normales para estos días, veremos si luego no viene el tío Paco con la rebaja y volvemos a las andadas, que todo puede suceder.
Como veréis la cantidad de costillas no es grande. No somos más que dos para comer y a uno de los dos, no soy yo 😂😂, no le llama mucho, así que me toca más proporción. De ahí que no me prodigue mucho con esta carne.
Costillas de cerdo en salsa
Ingredientes
2 costillas de cerdo
1 cebolleta
1 pimiento verde
1 puerro
1 zanahoria
2 dientes de ajo
3 tomates de pera maduros
200 ml de vino blanco
50 ml de brandy
1 cucharada de pasta de pimiento choricero
1/2 cucharada de las de postre de ras el hanout
1/2 cucharadita de las de postre de pimentón dulce
aceite de oliva virgen extra
sal
pimienta negra molida
1 cebolleta
1 pimiento verde
1 puerro
1 zanahoria
2 dientes de ajo
3 tomates de pera maduros
200 ml de vino blanco
50 ml de brandy
1 cucharada de pasta de pimiento choricero
1/2 cucharada de las de postre de ras el hanout
1/2 cucharadita de las de postre de pimentón dulce
aceite de oliva virgen extra
sal
pimienta negra molida
Elaboración
Pedimos en la carnicería que nos corte las costillas en tozos medianos.
Pelamos y picamos la cebolleta y los dientes de ajo.
Lavamos el pimiento, cortamos la parte del pedúnculo, le quitamos las semillas y los nervios blancos interiores, cortamos a lo largo por la mitad y luego en trozos pequeños.
Cogemos la parte blanca del puerro, le quitamos la primera capa y cortamos en rodajas.
Cortamos los extremos a la zanahoria, la pelamos, cortamos a lo largo y luego en medias lunas.
Lavamos los tomates y los rallamos.
Lavamos los trozos de costilla, los salpimentamos y sofreímos con muy poco aceite en una olla rápida. Cuando toman color incorporamos, la cebolleta y los dientes de ajo, sofreímos unos minutos y añadimos el pimiento verde, el puerro y la zanahoria. Removemos continuamente para que se hagan las verduras.
Añadimos el vino y el brandy, dejamos evaporar y añadimos el tomate rallado, dejamos que reduzca y agregamos la pasta de pimiento choricero, el pimentón y el ras el hanout. Removemos todo y cubrimos con agua.
Cuando comienza a hervir cerramos la olla y cuando comienza a salir vapor bajamos a fuego suave y cocinamos unos 20 minutos.
Dejamos despresurizar, abrimos la olla, comprobamos la salsa y las costillas y si vemos que hay mucha salsa sacamos las costillas y ponemos de nuevo al fuego a que reduzca. Cuando está a nuestro gusto incorporamos las costillas y dejamos unos minutos.
Pelamos y picamos la cebolleta y los dientes de ajo.
Lavamos el pimiento, cortamos la parte del pedúnculo, le quitamos las semillas y los nervios blancos interiores, cortamos a lo largo por la mitad y luego en trozos pequeños.
Cogemos la parte blanca del puerro, le quitamos la primera capa y cortamos en rodajas.
Cortamos los extremos a la zanahoria, la pelamos, cortamos a lo largo y luego en medias lunas.
Lavamos los tomates y los rallamos.
Lavamos los trozos de costilla, los salpimentamos y sofreímos con muy poco aceite en una olla rápida. Cuando toman color incorporamos, la cebolleta y los dientes de ajo, sofreímos unos minutos y añadimos el pimiento verde, el puerro y la zanahoria. Removemos continuamente para que se hagan las verduras.
Añadimos el vino y el brandy, dejamos evaporar y añadimos el tomate rallado, dejamos que reduzca y agregamos la pasta de pimiento choricero, el pimentón y el ras el hanout. Removemos todo y cubrimos con agua.
Cuando comienza a hervir cerramos la olla y cuando comienza a salir vapor bajamos a fuego suave y cocinamos unos 20 minutos.
Dejamos despresurizar, abrimos la olla, comprobamos la salsa y las costillas y si vemos que hay mucha salsa sacamos las costillas y ponemos de nuevo al fuego a que reduzca. Cuando está a nuestro gusto incorporamos las costillas y dejamos unos minutos.
¿Os apetece? Estáis invitados.
Buenos días Juan, hoy el plato nos está pidiendo pan y con el toque del Ras el Hanout ha de estar muy rico y sabroso.
ResponderEliminarBesos.
Este guiso en casa gusta mucho, la costilla no es lo que yo prefiero en carnes, pero mis dos hombres sí, por lo que cuando están en casa les doy el capricho. Los puristas que se aguanten, todo el mundo adapta todo a las preferencias de casa, incluso ellos. Hoy nos comemos este guiso tal cual está, que es bien rico.
ResponderEliminarUn beso.
Buenos días Juan, no suelo cocinar costillas en casa, pero si lo hago en casa de mi padre, a ellos les encanta y aprovecho cuando cocino, para hacer dos guisos, uno de arroz y otro con patatas, evidentemente no a la vez, congelo la mitad una vez cocinadas las costillas, solo para añadir a última hora el arroz o las patatas.
ResponderEliminarTu plato me gusta, yo me lo como todo, por eso sé que en mi mesa no protestaría nadie.
Besos
Juan, a mí personalmente me encantan y las hago de vez en cuando, me parece un plato económico, rápido y rico. Qué malo que eres... así te queda más ración para ti... yo, cuando algo me encanta prefiero que de repente me diga alguien que no viene a comer, la verdad, soy glotona y disfrutona con la comida, por eso quizá aprendí a cocinar desde muy joven, ya que en mi casa cuando no había cocinera era un desastre de platos, todavía mi madre se muere de la risa cuando le digo lo terrible que eran sus comidas. No tenía idea, pero ni idea. Una cosa mala, siempre me comenta: menos mal que saliste a tu abuela italiana...y eso que trabajaba de directora de un colegio y casi no tenía tiempo, encima cuando mi padre y su hermana eran muy pequeños y sigue contando que está claro que le encantaba cocinar porque con tu otra otra abuela ibas también bien apañada... mi abuela materna era peor cocinera que mi madre, que ya es decir mucho. En casa de mi abuela italiana la pasta se hacía por la mañana y se dejaba secar para cocerla al mediodía, jamás se compró en aquella casa pasta industrial, imagínate. Todo un lujo. También es verdad que cuando se casó ya entró nuestra Emilia a vivir con ellos, estuvo toda su vida en esa casa, luego cuando era viejita mis primos la acogieron en sus casas y le pusieron una persona para atenderla. Era realmente de la familia. Murió hace muy pocos años. Me seguía llamando cada Navidad... y se acordaba de cosas increíbles. Me sacaba todas las tardes al parque de Palermo a pasear.
ResponderEliminarMe ha venido la nostalgia.
En fin, vaya historia te he contado a raíz de un buen plato y una receta de toda la vida.
Mil besos a los dos como siempre. Cuidaros mucho y que no nos vaya a pillar "el mono", que sería lo único que me faltaba.
Hola Juan, pues no te preocupes y invítame a mi que a mi me encantan, ya llevo yo una buen pan casero para esa salsita.
ResponderEliminarBesos
¡¡Hola Juan!! A mí no me disgustan las costillas, aunque las como poco. En invierno sí que me gustan en el estofado de patata, y le echo siempre muy poquita cantidad, pido en la carnicería que me las corten pequeñitas. En el plato que nos traes hoy son las grandes protagonistas, esta vez no van con patatas y tienen que estar bien ricas. La salsa que las acompaña en un auténtico peligro, para mojar pan y no parar, ja, ja.
ResponderEliminarBueno, ahora es lo que nos toca, calor y calor, lástima que la primavera la hemos tocado poco, como siempre, pasamos del frío al calor de una y no da tiempo a nuestro cuerpo a que se vaya acostumbrando y amoldando. En fin, pasaremos este verano como buenamente se pueda, pero promete ser un verano de muchísimo calor. Besitos.
Hola Juan si me invitas a comer esas costillas seguro que no quedaría ni una jejej. Yo tengo un marido rarito en lo que a comer se refiere es de pocos floritos como el dice asi que me hago muchas comidas para mi sola 🤷♀️ un abrazo y feliz semana
ResponderEliminarmuy ricas costillas, gracias por la receta. Te mando un beso.
ResponderEliminarBuenos días, Juan: Conmigo no tendrías más ración de costillas, si acaso menos jajaja. Me encantan y estas tuyas tienen una pinta increíble, tienen que estar jugositas y sabrosísimas con esos condimentos que has añadido. Me las apunto. Un abrazo.
ResponderEliminarEsas costillas me han recordado a un arroz a la zamorana que probé por primera vez cuando llegué a estas tierras castellanas, es delicioso, adoban los trocitos de costilla y los dejan en maceración, logran que quedan espectaculares, el misterio del adobo es el secreto de la zona, el que hago yo es parecido, pero reconozco que no se parece en nada cuando lo como en un restaurante de Zamora.
ResponderEliminarEn cuanto a tu guiso, y sobre todo en invierno, lo suelo hacer más de una vez y a todos gusta, lo único que no echo es el ras al hanout y la carne de pimiento choricero, pero sí añado guindilla o pimentón agri-dulce para combatir el frío. Está para repetir y esa salsita...
Me quedo con tus ideas, que siempre son buenas y se agradecen, para una próxima vez.
Cariños.
Kasioles
Juan, este plato de costilla está diciendo cómeme.
ResponderEliminarAqui sólo le falta un buen pedazo de sal, para mojar en la salsa.
Un abrazo.
Uy Juan en casa nos encantan las costillas y las tuyas se ven deliciosas! Pero que buena salsa has hecho, es de esas para mojar el pan, mmm!
ResponderEliminarSaludos
Hola juan la costilla en mi casa gusta de todas maneras, como lahas preparado tiene que estar buenisima y con unas patatas fritas de lujo abrazos
ResponderEliminarHola Juan, que plato tan rico has preparado. Mira que son sabrosas y gustosas las costillas de cerdo, creo que es una de las carnes que más gusta en casa. Y si encima las haces con esa salsa que se ve espectacular , todavía estarán más ricas. Un plato como el tuyo en mi casa dejarían las costillas bien "escuradas" . Mi hijo el primero.
ResponderEliminarBesos.
Juan, preguntas que si nos apetece, pues ve poniéndome el cubierto porque me pondría las botas con estas costillas, y también, por supuesto, con la salsa.
ResponderEliminarMe he sentido muy identificado con esto que nos cuentas de que cocinas para dos y a veces te toca más proporción, en mi caso es el motivo de que a veces me de pereza hacer algún plato...
Abrazos!
¡Hola Juan! Tus costillas tienen una pinta deliciosa. Me recuerdan a un guiso que hace mi madre y aunque yo cada vez soy menos carnívora no niego que de cuando en cuando me gusta recrearme con uno de estos platos.
ResponderEliminarLo del tema de las temperaturas es de traca. Yo estoy loca con la ropa de las niñas y ellas más que no asumen que un día pueden ir en vestido de tirantes y otro les planto una camiseta de manga larga. ¡Me tienen harta con sus protestas!
¡Besos mil!
¡Qué antojo de costillas me has dado! Sólo hay que verlas, se ven jugosas y tiernas y con esa salsa ni te cuento ¡para mojar un buen pan! Un saludo y feliz finde!
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