lunes, 25 de enero de 2021

Salsa bechamel

Salsas
Sigo en el comienzo del año publicando recetas sencillas y que ya la inmensa mayoría conocéis. En esta entrada escribo un poco sobre las salsas y termino con la receta de una, sin duda, especial.
El uso de la salsa empezó a hacerse extensivo en la Edad Media, desde entonces las cosas han rodado con rapidez en el mundo culinario. Es muy posible que la salsa fuese el primer eslabón entre la comida como simple necesidad alimenticia y la cocina como arte creativo que abre un gran abanico de posibilidades gastronómicas, donde la técnica como base, y la imaginación como elemento de originalidad, juegan un papel fundamental. 
Existen varias clasificaciones. La más sencilla es: salsas blancas, oscuras, emulsionadas, que pueden ser frías o calientes, y varias, donde tienen cabida un gran número de aliños, mantequillas y salsas sencillas.
En lo referente a las salsas blancas, la bechamel es la reina. 
Mantequilla, harina y leche son sus elementos base. La mantequilla y la harina deben estar bien medidas, y la leche caliente, que se debe echar poco a poco, mezclando continuamente con una cuchara de madera. Cuando la leche esté incorporada por completo, comienza la cocción, que dura alrededor de diez minutos, a fuego muy suave y sin dejar de remover. Los grados de espesor varían según el uso que se pretenda dar. Así, cuando la queramos para gratinar, debe ser moderadamente consistente; más espesa si se trata de hacer croquetas, donde se aumenta la grasa y la harina, siempre a partes iguales, dejando invariable la cantidad de líquido.
Las salsas blancas pueden ser simples o compuestas. Las simples parten de la bechamel a la que le pueden añadir diversos ingredientes: alcaparras, champiñones, perejil etc. Las compuestas se preparan en base a una velouté.
Vamos a entrar en materia después de estas pequeñas nociones sobre salsas que he leído de uno de los muchos libros que tengo y que seguro todas conocéis. 
Como tenía en mente elaborar una receta que llevaba bechamel tuve que prepararla con antelación, realmente fue mientras preparaba la otra parte de la receta, de esa forma no tuve que perder mucho tiempo. Así la preparé y así salió. 
A ver que os parece.
 
Salsa bechamel
 Ingredientes
25 g de mantequilla
25 g de harina
250 ml de leche
sal
pimienta negra molida
nuez moscada
 
Elaboración
Calentamos la leche en el microondas y reservamos templada.
En un cazo ponemos la mantequilla y derretimos a fuego suave, Añadimos la harina y mezclamos para que no queden grumos. Vamos incorporando la leche caliente poco a poco sin dejar de mover. Cocinamos a fuego lento unos 15 o 20 minutos removiendo con frecuencia para que no se pegue. Salpimentamos, añadimos la nuez moscada y cocinamos hasta lograr el espesor deseado.
 
 mantequilla y harina cociendo
Salsa bechamel. Mantequilla y harina
ya con la leche incorporada y finalizada la cocción
Salsa bechamel. Mantequilla, harina y leche

Una salsa que sin duda es una delicia.
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lunes, 18 de enero de 2021

Sopa de ajo a mi manera

ajo
El ajo
Originario de Asia, el ajo (Allium sativum) es una hortaliza que pertenece a la misma familia que las cebollas, las liliáceas. Es un ingrediente esencial en la dieta mediterránea y uno de los alimentos más saludables. Empleado desde antiguo como condimento, existen pruebas que demuestran que los antiguos egipcios lo consumían hace 6.000 años y que sus propiedades culinarias y medicinales eran igualmente alabadas por los griegos.
Según se cuenta ya los monjes medievales masticaban dientes de ajo para protegerse de la peste y durante las dos grandes guerras mundiales del siglo XX, ante la escasez de antibióticos, se utilizó para evitar que las heridas de guerra se infectaran.
Posee un contenido calórico de 114 kcal por cada 100 g. Sus componentes mayoritarios son el agua, los hidratos de carbono (24,3%) y la fibra (1,2%), y en menor proporción, contiene proteínas (5,3%), grasas (0,23%) y minerales como cinc (1,1 mg), fósforo (134 mg), calcio (17,8 mg) y hierro (1,2 mg), y algunas vitaminas, entre las que destaca la vitamina C (14 mg) y en menor cantidad B1 (0,16 mg) y B2 (0,02 mg) e indicios de vitamina A.
 
Según su coloración se clasifican en :
  • Ajo rosado. También llamados ajos paraguayos y que suelen comerse en crudo.
  • Ajo violeta. De sabor fuerte y muy resistentes a la humedad.
  • Ajo morado. Una de los tipos de ajo más suaves, lo que permite su uso en gastronomía para cocinar platos de todo tipo.
  • Ajo blanco. La variedad más tradicional, también de sabor suave.
  • Ajo colorado. De sabor muy fuerte, incluso más que los ajos rosados y los violetas.
  • Ajo castaño. Junto al ajo morado y el ajo blanco estaría dentro de las variedades de ajo consideradas suaves.
  • Ajo negro. Se trata del ajo blanco normal que, tras sufrir un proceso de fermentación natural, se vuelve negro y aumenta sus beneficios. Se consume en crudo.

Después de esta pequeña introducción que he extraído de diversas fuentes, vamos al meollo de la cuestión.

Una de las cosas que más suele sobrar en las casas es el pan y más cuando son pocos los componentes familiares, como es mi caso. De ahí que la imaginación haya trabajado desde tiempo lejano para darle una salida a esos sobrantes. Y nos encontramos con platos a base de pan que están como para repetir una y mil veces, desde las migas hasta las torrijas pasando por los pudin hay un sinfín de platos a cada cual más rico.

Por si estáis interesados aquí podéis ver unas migas con uvas o unas migas a mi manera que ya publiqué hace unos años y estas torrijas a la nata con crema inglesa o estas torrijas anisadas. Como veis el aprovechamiento del pan sobrante se traduce en platos muy aprovechables y deliciosos.

Hoy sin embargo la receta va por otros derroteros. Estamos teniendo unos días muy fríos, si hay un plato que recuerdo que hacía mi madre cuando el frío en Granada se hacía notar era una sopa de ajo y desde luego que al tomarla el frío desaparecía como por arte de magia. Podría contar varias anécdotas que me ocurrieron sobre esta receta pero sería largo y prolijo, así que os dejo con la receta. 

A ver que os parece ya que con pocos ingredientes tenemos un plato calorífico y a la vez muy rico.

 Sopa de ajo (a mi manera)
 
Ingredientes (2 pax)
60 gr de pan sobrante
4 dientes de ajo
1/2 cucharadita de pimentón dulce
1 huevo
caldo de verduras
1 pimienta de cayena (opcional)
aceite de oliva virgen extra
sal

Para el caldo
1 zanahoria
la parte verde de dos puerros
1 chirivía
2 dientes de ajo
unas ramitas de perejil
sal
1 litro de agua
 
Elaboración 
Comenzamos preparando nuestro caldo y para ello limpiamos todas las verduras y las vamos poniendo en la olla rápida con 1 litro de agua. Sazonamos, la cerramos y desde que comienza a salir vapor cocinamos unos 5 minutos.
Retiramos del fuego, despresurizamos, colamos y reservamos.
Cortamos el pan en rodajas no muy finas.
Pelamos los ajos y los cortamos en rodajas.
En una cazuela ponemos un fondo de aceite. Cuando toma calor añadimos los ajos cortados y cuando comienzan a bailar incorporamos el pan, agregamos el pimentón y rehogamos. Cubrimos con el caldo, unos 800/850 ml, incorporamos la pimienta de cayena, sazonamos, removemos y cocinamos unos 25 minutos. Cuando vemos que el caldo ha reducido, retiramos la pimienta de cayena, batimos el huevo y volcamos en la cazuela, removiendo bien para que se reparta. 
Rectificamos de sal y servimos caliente.
 
Ingredientes
Sopa de ajo. Ingredientes
sofriendo ajos
Sopa de ajo. Ajos
pan añadido
Sopa de ajo. Pan
añadimos pimentón
Sopa de ajo. Pimentón
cubrimos con el caldo, incorporamos la pimienta de cayena
Sopa de ajo. Caldo
cuando reduce el caldo añadimos a la cazuela el huevo batido, removemos y emplatamos
Sopa de ajo. Plato

Espero que este sencillo plato haya sido de vuestro agrado. 

Al haber utilizado ingredientes de aprovechamiento, considero que esta receta tiene cabida en el proyecto 1+/- 100 desperdicio 0 que creó en su día Marisa del blog Thermofan. Espero que cumpla los requisitos y pueda ser incluida.


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lunes, 11 de enero de 2021

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Cuesta trabajo, con la que está cayendo, desear que este año que acaba de comenzar nos traiga algo de esperanza, algo de ilusión. Y cuesta trabajo porque solo se han cumplido 10 días y la situación es sin duda tan mala o peor que al principio de la pandemia. Ya sabemos que el hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra y eso es lo que está sucediendo. Son incapaces de aunar esfuerzos, antes había un solo mando, malo, pero único, ahora hay 17 y cada uno con sus ocurrencias y así nos luce el pelo.
Me da la impresión de que este año todavía va a ser peor que el anterior ya que a la epidemia se le van a unir otros problemas y también muy duros, deuda pública desbocada, incremento del paro, incremento en el coste del recibo de luz y gas, y que debido al temporal que nos está dejando la borrasca Filomena, tela con el nombre, va a suponer un gasto elevado en todos los hogares, subida de impuestos (menos mal que, según han proclamado a todos los vientos los miembros de este nefasto gobierno, solo irían dirigidos a los ricos)  además de un largo etcétera que, como siempre, pagaremos todos nosotros. 
 
Hablando de Filomena, en la prensa se leen noticias que definen claramente a quien las dice porque dan un reflejo de su ignorancia. Y me refiero a las declaraciones que ha efectuado la coordinadora general de IU en la Comunidad Valenciana, criticando en un tuit que a las borrascas se las denomine con nombre de mujer. Si se hubiera molestado un poco en leer sabría que desde el inicio de la temporada de borrascas, iniciada el pasado mes de octubre, el Grupo Suroeste Europeo, formado por AEMET, MetéoFrance y el IPMA(Instituto Portugués del Mar y la Atmósfera), creado en la temporada 2017-2018, eligieron los nombres que, para la temporada actual, 2020-2021, iban a usar para nombrar a las borrascas que llegarán desde octubre hasta septiembre. Se creó una lista con 21 nombres desde la A hasta la Z en la que se intercalan nombres masculinos y femeninos. Creo que leer hace mucho bien, se amplía la cultura y se evita decir tonterías, a no ser que sea eso lo que se pretenda.

Dejo mis pensamientos y entro en materia. Ya llevo unos cuantos años con el blog, no sé hasta cuando, y en estos días he estado haciendo un recorrido por las diferentes entradas que he publicado. No sé si habéis tenido la curiosidad en vuestros blog,s de mirar si quien os dejó comentarios en entradas antiguas siguen en activo o han dejado de publicar. Yo si la he tenido y he visto que hay de todo, abandonos, ausencias, visitantes antiguos y nuevos y también que se han ido dejando jirones de nuestra vida.

Me he fijado en aquellas entradas que mas visitas han recibido desde mi comienzo y obviamente figuran algunas de los primeros años, especialmente bizcochos. Aquí las tenéis por orden de mayor número de visitas.

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Hay muchos tipos de bizcochos, tantos como ingredientes y formas y maneras de cocinarlos. Aunque la mayor parte de ellos lleven casi los mismos componentes, nunca ninguno es igual a otro aunque sean iguales las cantidades y sea la misma persona quien lo haga. Influyen muchas circunstancias, de ahí que no pueda decirse que hay dos idénticos.
En este que os presento, la única diferencia estriba en uno de los componentes. No es harina normal, la he sustituido por maizena. El resultado ha sido un bizcocho, suave, esponjoso y muy rico.
 
Bizcocho esponjoso
 
Cuando se trata de comer carne lo tengo muy claro, pollo o lomo de cerdo y en algunos casos ternera o cordero. No hay mucho donde elegir, el motivo es que no somos muy de comer carne, además los que mandan no dan opción a otra cosa. Tratándose del pollo, nunca lo compro entero, o pechugas o muslos. Las primeras las suelo hacer en salsa ya que son más secas mientras que los muslos los preparo al horno porque es como más les gustan.
 
jamoncitos de pollo al horno
 
El pez espada lo solemos comer con bastante frecuencia. Tiene la ventaja de que carece de espinas, por lo que no hay que tener el temor de encontrarse alguna en lo mejor de la comida.
Antes de nada voy a poner esta pequeña introducción, porque, en muchos lugares, denominan a este pescado, emperador y, según he podido ver no se trata del mismo.
 
Pez espada Xiphias gladius

Tiene una longitud que puede llegar a superar los 4 metros y más de 500 kg. de peso, aunque lo normal son ejemplares de 2 a 3 metros y 120 kg.

Se caracteriza por la fusión y prolongación de los huesos de su mandíbula superior, que forman un pico rígido similar a una espada, que le da el nombre. En ocasiones representa un tercio del cuerpo.
 
El emperador Luvarus imperiaies

Es la especie con la que más suele confundirse, sin embargo, éste es muy diferente; tiene el dorso azulado, grande y la cabeza pequeña y sin pico. Llega a medir 2 metros y a pesar 100 kilos. El problema se suscita por las denominaciones de algunas zonas que utilizan indistintamente los dos nombres. En esta zona igual dicen, pez espada que emperador.
 
pez espada al horno
 
Una rica pasta con una salsa de tomate casera que está de fábula. Suelo hacer este plato con frecuencia. 
 
Tortellini de carne en salsa de tomate
 
Este molusco, la chirla, al menos con ese nombre se le conoce por aquí, es más pequeño que la almeja, tiene un sabor muy rico y en casa nos gusta mucho, así que de vez en cuando las suelo preparar. Como tampoco requiere mucho trabajo es un plato ideal como entrante o aperitivo.
 
chirlas al ajillo
 
Cuando el frío llama a la puerta y en estos momentos lo está haciendo y además con mucha insistencia no hay nada mejor para combatirlo que un plato de cuchara. 
Soy un asiduo de las legumbres y en invierno no falta un plato en la semana de lentejas, garbanzos o alubias.
Con este plato, receta que me dio una bisabuela, quiero homenajear a todos los abuelos, no hago diferencia entre mujer y hombre, porque esa palabra engloba a ambos, por los desvelos, dedicación, atención y cariño que dedican en todo momento a la familia y mucho más en estos momentos por los que estamos pasando.. Yo me pregunto muchas veces ¿como sería el mundo si no existieran los abuelos? Habría que inventarlos. Va por todos ellos.
 
alubias pintas del abuelo
 
Y vamos con otro bizcocho. Este con un ligero toque de cacao. Tentador.
 
bizcocho casero
 
Y como no hay dos sin tres, aquí está otro bizcocho. El de yogur.
 
bizcocho de yogur

Si hay un plato del que guardo un gran recuerdo de las cenas de las fiestas navideñas, es el cardo. Es una verdura muy conocida en Aragón, Navarra y La Rioja, zonas de huertas feraces.
Existen multitud de preparaciones: a la aragonesa, a la navarra, a la riojana, a la madrileña. Todas tienen sus similitudes y también sus diferencias pero en todas existe un factor común y no es otro que de cualquier forma como se prepare es una verdura que está deliciosa.
 
cardo a la navarra
 
Tengo que reconocer, que cuando empecé a hacerlos me entró un poco de pavor. Eran los primeros que hacía. Al principio, todo marchaba de maravilla pero a medida que se iba acercando el final los nervios iban creciendo. Nunca me había visto en semejante trance. Pero me dije, a quién Dios se la de, San Pedro se la bendiga, y ni corto ni perezoso me puse manos a la obra. Y este fue el resultado.
 
roscos de anís
 
Espero que hayáis disfrutado de las fiestas, con sentido común, aunque viendo el panorama da la impresión de que ha habido mucha relajación, y que todavía algunos no se han dado cuenta de que esto no es broma.
Confío en que los Reyes Magos hayan sido muy generosos con todos vosotros y que os hayan dejado muchos regalos porque sin duda os los merecéis.
Ojalá nos sigamos viendo.
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