lunes, 24 de abril de 2023

Corona de Nutella

Como la receta de hoy lleva hojaldre y en su composición, la mantequilla es parte fundamental, efectuando un recorrido virtual por el Museo del Prado he encontrado este cuadro de un autor no muy conocido y en el que se muestra las diversas labores que se llevaban a cabo en determinadas épocas del año.
En este caso se trata de la primavera, estamos en ella y además en el cuadro aparece entre otras labores, la fabricación de mantequilla así que creo que este cuadro le viene bien a la entrada. Espero os gusten las dos cosas, el cuadro y la receta. Vamos a ello.

Faenas campestres o La Primavera de Paolo Fiammingo. Museo del Prado
Faenas campestres o La Primavera. Paolo Fiammingo. Museo del Prado.
Fiammingo, Paolo. Amberes (Bélgica), h. 1540 - Venecia (Italia), 1596
Pintor flamenco. Se le documenta por vez primera en el Gremio de Pintores de Amberes en 1561. Se desconoce con quién se formó en su ciudad natal, cuyo ambiente artístico estaba en pleno proceso de transformación hacia las modas italianas importadas por pintores como Frans Floris y Martin de Vos. Tampoco se tiene noticia segura sobre la fecha de su viaje a Italia, camino común entre los pintores del norte. A su paso por Florencia tuvo contacto con artistas que trabajaban en el studiolo de Francisco de Médicis. Se estableció definitivamente en Venecia. Sus primeras obras en esta ciudad datan de la década de 1580 y aparece inscrito en la Cofradía de los Pintores desde 1584 hasta 1596. Se conoce su colaboración con Jacopo Tintoretto, quien influirá de forma permanente en su obra. Destacará en ciclos de pinturas narrativas profanas, ya sean de carácter histórico como alegórico-mitológico y, sobre todo, desarrollará un singular interés por la reproducción de la naturaleza que influirá en el posterior desarrollo de la pintura de paisaje.
La escena representada en el cuadro refleja las faenas que realizaban los campesinos en una época determinada. En un primer plano se puede observar a la izquierda la recolección, a la derecha la probable fabricación de mantequilla, y en un plano centrado y un poco más lejano el ordeño. En un plano mas lejano se puede ver a la derecha pastoreando ganado y a su izquierda una escena de caza.
Es un óleo sobre lienzo.
Número de catálogo P000036.
Sus medidas son Alto: 119 cm; Ancho: 171 cm.
Pintado en segunda mitad siglo XVI.
No expuesto.
Museo El Prado. Madrid.

Y después de estas breves pinceladas sobre el cuadro y su autor vamos a por la receta. La receta está hecha en colaboración con una de mis hijas. Hace un par de domingos estando en  su casa me comentó ¿quieres que preparemos un postre con hojaldre? Dado que el hojaldre me gusta mucho, le pregunté que como sería, me dijo que con Nutella y así empezamos. Obviamente la mayoría de las operaciones, por no decir todas, las hizo mi hija ya que al decirme que había que trenzar le comenté que eso es para manitas y no para manazas como yo y nos pusimos manos a la obra. Lo demás es coser y cantar, así que aquí os dejo con esta corona.
 
Corona de Nutella
 
Ingredientes
1 lámina de masa fresca de hojaldre
Crema Nutella
1 huevo
 
Elaboración
Precalentamos el horno a 200ºC.
Mientras toma calor extendemos la lámina de hojaldre sobre el mismo papel que la contiene.
repartimos una generosa cantidad de crema Nutella sobre ella y extendemos por toda la superficie.
Enrollamos la lámina de hojaldre, apretándola con suavidad, por la parte más ancha.
Una vez enrollada, con ayuda de un cuchillo bien afilado, la partimos por la mitad a lo largo.
Con las dos mitades formamos una trenza y finalizamos cerrándola y formando una corona.
Batimos el huevo y pintamos la superficie del hojaldre.
Introducimos en el horno y mantenemos en cocción unos 15 minutos, dependiendo del horno. 
 
1.- Lámina de hojaldre extendida
Lámina de hojaldre extendida
2.- Cubrimos con Nutella
Extendiendo Nutella sobre la lámina
3.- La extendemos sobre toda la superficie
Nutella extendida
4.- La enrollamos por la parte más ancha
Enrollando la lámina
5.- Partimos por la mitad con un cuchillo bien afilado
Lámina enrollada y preparada para cortar.
6.- Separamos ambas mitades
Lámina enrollada y separada
7.- Con las dos mitades formamos la trenza
Corona de nutella. Formando la trenza.
8.- Formamos la corona, pintamos con huevo batido y al horno
Corona de nutella. Preparada para hornear.
9.- Recién horneada
Corona de nutella. Horneada

Un postre fácil de hacer y que espero os guste.

lunes, 17 de abril de 2023

Berenjena al horno rellena de chistorra

Después de unos días apartado de estos lares vuelvo con esta receta que espero sea de vuestro agrado.No es que haya estado de vacaciones, todo lo contrario, pero cuando se tienen obligaciones no se puede dejar de cumplirlas.
Como viene siendo habitual suelo dejar, antes de cada receta, un cuadro que tiene más o menos relación con ella. En este caso es por figurar en él unas humildes berenjenas. Cada vez es más difícil encontrar, pero no dejo de intentarlo. Hoy os dejo este bodegón.
 
Bodegón de frutas y hortalizas. Juan van der Hamen. Museo del Prado.
Bodegón de frutas y hortalizas

Hamen y León, Juan van der (Madrid, 1596 - Madrid, 1631)
Este bodegón se inscribe en la primera producción de Juan van der Hamen. Es obra que muestra algunas de las características más significativas del pintor, pero al mismo tiempo presenta una factura vibrante y un cromatismo sutil y elegante, bañado por una dorada entonación que le aleja, de su producción más frecuente.
La iluminación tenebrista, la minuciosa ejecución, la monumental simetría y el sentido espacial, le inscriben en la misma tradición de sobriedad y esencialidad en que tradicionalmente se viene incluyendo a Sánchez Cotán o Zurbarán, definidores de un cierto tipo de bodegón que ha sido considerado como paradigma del género en nuestro país.
La humildad de los elementos representados, una sencilla cesta de mimbre de la que se desbordan albaricoques y racimos de ciruelas y, flanqueando esa cesta, una calabaza, pepinos y berenjenas, es también un tanto excepcional en la temática de bodegones de Hamen, más propenso a las figuraciones de dulces y recipientes relacionados con ellos, dirigidos a una clientela bien situada económicamente, y que gustaba de bodegones amables y refinados. La procedencia de esta obra, alguno de los monasterios desamortizados en 1835 y cuyas pinturas conformaron el antiguo Museo de la Trinidad, explicaría estos humildes frutos, tal vez sugerencias o recuerdos de los frutos de la huerta conventual para donde fue pintado.
Es un óleo sobre lienzo.
Número de catálogo P001165.
Sus medidas son Alto: 56 cm; Ancho: 110 cm.
Pintado en 1625.
Sala 008A.
Museo El Prado. Madrid.

La berenjena
 
Os dejo con un extracto sobre la berenjena que ya puse en esta entrada.
 
Cuando los árabes, en el año 642, conquistan Persia adoptaron el cultivo de la berenjena. Fueron ellos, quienes, en la Edad Media, introdujeron la berenjena en Europa extendiéndose por todos los países ribereños del Mediterráneo. En Sicilia aún perdura esta huella ya que en algunos lugares se la conoce como «raíz árabe».

Las berenjenas rellenas de manzana y pescado, el queso con berenjenas, o las salchichas de berenjena, fueron unos platos que deleitaron a los paladares de la corte cordobesa. En la actualidad, las huellas de esa época de la berenjena quedan patentes en especialidades como las berenjenas de Almagro.

Sin embargo, en la época de su máximo esplendor, ciertas voces agoreras se alzaron para advertir de los perjuicios de consumir la berenjena, ya fuese por motivos religiosos o por falsas creencias médicas. Estas últimas las asociaban con todo tipo de enfermedades, tanto físicas como mentales. Esta fama hizo que los italianos que habían adaptado el vocablo muy a su manera como melanzana, lo rebautizaran más tarde, como “mela insana“, es decir “fruto dañino”.

Pero todos estos avisos no parecieron haber hecho gran efecto en las masas populares, ya que se siguió consumiendo y, además, en gran cantidad.
Y es que otro de los supuestos efectos que se le atribuyeron nada tiene que ver con la enfermedad.
Era muy habitual en ese tiempo llamar “manzana del amor” a ese fruto. Manzanas del amor que, según el médico árabe Ibn Butlan (1038-1075), en su libro "Tablas de Salud" decía que provocaban “una lujuria desenfrenada y transgresora”.


Berenjena al horno rellena de chistorra

Ingredientes
1 berenjena
1/2 chistorra
1/2 cebolla
3 pimientos del piquillo
3 tomates cherry
1 diente de ajo
50 ml de vino blanco
1 cucharada de postre de harina
3 cucharadas soperas de leche
2 cuñas de queso semicurado
aceite de oliva virgen extra
pimienta
sal

Elaboración
Precalentamos el horno a 180ºC.
Cortamos la berenjena por la mitad (a lo largo), le hacemos con un cuchillo cortes en la superficie formando una rejilla, las regamos con un poco de aceite y las llevamos al horno para cocinarlas unos 20 minutos.
Comprobamos que están hechas, las sacamos dejamos templar y extraemos su carne con cuidado de no romper la piel y reservamos.
Mientras se hace la berenjena preparamos el resto de ingredientes.
Quitamos la piel a la chistorra y la desmenuzamos. Reservamos.
Pelamos y picamos muy fino la cebolla y el diente de ajo.
Abrimos los pimientos del piquillo, quitamos las semillas que pudieran llevar y los picamos.
Partimos en cuartos los tomates cherry.
En una sartén con un poco de aceite pochamos la cebolla y el diente de ajo picados.
Cuando transparenta añadimos los pimientos del piquillo y los tomates cherry. Cocinamos unos minutos y agregamos la chistorra. Removemos para mezclar y añadimos la carne de las berenjenas, salpimentamos y agregamos la harina.. Cocinamos unos minutos para que pierda el sabor a crudo, incorporamos el vino, dejamos reducir y añadimos la leche. Removemos bien para mezclar y cocinamos hasta que adquiera un poco de cuerpo.
Rellenamos las dos mitades de la berenjena con la mezcla anterior, rallamos las cuñas de queso y las cubrimos.
Introducimos en el horno unos 10 minutos y gratinamos los tres últimos.
 
ingredientes
Berenjena al horno rellena de chistorra
preparados para sofreír
Berenjena al horno rellena de chistorra
carcasas rellenas
Berenjena al horno rellena de chistorra
cubrimos con queso rallado
Berenjena al horno rellena de chistorra
horneada
Berenjena al horno rellena de chistorra

Berenjena al horno rellena de chistorra
así quedó
Berenjena al horno rellena de chistorra

¿Os apetece? Espero que sí.

lunes, 3 de abril de 2023

Judías verdes estofadas

En la entrada de hoy os dejo con este bodegón de autor anónimo. No hay muchos detalles salvo los técnicos de la obra, poco más puedo decir de este cuadro, que espero os guste.

Bodegón: Frutas y verduras. Autor: Anónimo. Museo del Prado.
Bodegón: Frutas y verduras. Anónimo. Museo del Prado.
Es un óleo sobre lienzo.
Sus medidas son Alto: 136 cm; Ancho: 212 cm
Pintado en primera mitad del siglo XVII.
Número de catálogo P005016
Depósito en otra institución
Fuente: Museo del Prado


La judía verde
Las judías verdes son los frutos inmaduros de la planta leguminosa Phaseolus vulgaris, conocida por todos con diferentes nombres: judías, alubias, fríjoles o habichuelas. 
Aunque en Europa las judías ya eran conocidas en formas primitivas de origen africano o asiático, su auge vino después de la introducción en España, provenientes del Nuevo Mundo, de las nuevas variedades mucho más productivas y variadas.
Las vainas tiernas de las judías pueden tener variadas formas (planas o redondeadas), colores (verdes, moradas, jaspeadas de rosa, blanquecinas, amarillas, etc.), y ser de distintos tamaños, aunque normalmente miden entre 10 y 30 cm de largo. Tanta variación se debe a los distintos cruces entre plantas, y las adaptaciones a todo tipo de condiciones en las que se han ido cultivando en su larga historia.
Un alimento con un bajo aporte calórico, dado que apenas presenta unas 30 calorías por cada 100 gramos, que provienen mayoritariamente de los azúcares, aportando también una buena fuente de fibra. Ricas en potasio, también destacan por sus altas dosis de vitamina C, con antioxidantes, y de esos folatos que tanto hacen por los glóbulos rojos y los blancos.

Esta receta tiene antecedentes en la cocina aragonesa, una colección con recetas de la huerta aragonesa  que tenía mi suegra y que en su día me las dio, las guardo como oro en paño. De vez en cuando me entretengo en leerlas y aprovecho para poner en práctica alguna de sus recetas. Y esta es una de ellas, aunque con ciertos retoques que me he permitido hacer. A ver si os gustan.

Judías verdes estofadas

Ingredientes
450 gr judías verdes
2 tomates maduros
1 cebolla
1 diente de ajo
1 hoja de laurel
1 pastilla de caldo de carne
aceite de oliva virgen extra
sal
pimienta negra molida

Elaboración
Ponemos agua a calentar en un cazo. Hacemos a los tomates un corte en forma de cruz en la parte opuesta al tallo  y los escaldamos un par de minutos. Retiramos del fuego, sacamos y dejamos enfriar. Pelamos y troceamos. Reservamos.
Limpiamos y lavamos las judías. Las cortamos en trozos de 3 o 4 cm, dependiendo de su tamaño.
En una cazuela al fuego ponemos el aceite, cuando toma calor añadimos el ajo y la cebolla, pelados y picados fino. Rehogamos  a fuego suave unos minutos.
Cuando la cebolla transparenta incorporamos los tomates pelados y troceados, el laurel, sal, pimienta y la pastilla de caldo de carne desmenuzada y desleída en un vaso de agua y continuamos la cocción 10 minutos más. Añadimos las judías, cubrimos con agua y dejamos cocer, a fuego lento, durante unos 25 minutos o hasta que las judías estén tiernas. Si es preciso, añadimos más agua.

judías verdes estofadas
 
Ayer domingo comenzó la Semana Santa, días de vacaciones, excepto por esta zona que la celebran la semana siguiente. Incongruencias, de las que hay muchas. En fin, es lo que hay.
Aquí, en la noche del sábado al domingo se levantó un vendaval de tomo y lomo. El domingo con sol.
Con esta entrada me despido hasta la semana del 17, como ya os he dicho las vacaciones en los coles comienzan el día 11 y hay obligaciones que cumplir.
Que disfrutéis de la Semana Santa aquellos que puedan.