Tal como había dicho en otra entrada, este año me decidí a preparar un roscón. No las tenía todas conmigo ya que creo que la masa y yo no hacemos una buena pareja pero alguna vez hay que decidirse, así que después de ver y leer unas cuantas maneras de hacer un roscón y tras efectuar un análisis de la situación me decidí por intentar hacerlo tal como indico a continuación.
Es una de tantas recetas que aparecen en libros de cocina, no sé si será la más fácil o la más difícil, nunca lo había hecho, pero si puedo afirmar que es un tanto laboriosa, no ya por el trabajo, que también lo tiene, sino por el tiempo que hay que dedicar. Todo sea por el deseado roscón.
Ingredientes
½ Kg. de harina
100 gr. de mantequilla
100 gr. de azúcar
25 gr. de levadura prensada
2 huevos y 1 más, éste para pintar
1/4 l de leche
Una cucharada de agua de azahar
Una cucharada de ron
Almendras laminadas
Frutas escarchadas
Y esta es mi aventura con la preparación
Primeramente preparé la masa que yo he llamado primaria, otros la llaman masa madre o masa de levadura.
En un bol ponemos 100 gr de harina, le añadimos la levadura disuelta en tres cucharadas de leche tibia, amasamos bien y dejamos fermentar.
Masa primaria, madre o de levadura una vez fermentada
Mientras la masa primaria fermenta, seguimos con la preparación.
En un cazo se echan dos cucharadas de leche, dos de agua templada, una cucharada de agua de azahar, una de ron y 50 gramos de azúcar; se mezcla todo hasta que se disuelva el azúcar y reservamos.
En un cuenco ponemos el resto de la harina, 400 gr, hacemos un hueco en el centro y añadimos los huevos, el resto del azúcar, el resto de la leche y la disolución que teníamos reservada hecha con leche, agua templada, agua de azahar, ron y azúcar.
Como me daba no se qué enfangarme las manos, ya que era la primera vez que lo hacía, utilicé un tenedor, craso error, ya que de tanto remover, la palma de la mano no la sentía, al final tuve que dejar el tenedor y utilizar las manos, eso sí, después de lavadas, amasé y amasé hasta que quedó una masa elástica. El problema vino luego al tener que echar la mantequilla con las manos cubiertas de masa; mis ojos se fijaron en el grifo de la cocina y con la ayuda del codo lo abrí, puse las manos debajo del chorro y las limpié de la masa, trabajo conseguido. Las sequé con papel de cocina y añadí la mantequilla que, previamente había ablandado en el micro. Vuelta a meter las manos y amasar hasta conseguir que se integrara por completo. La cosa no acaba ahí ya que a esta masa hay que agregarle la masa primaria y amasar hasta su total integración. Gruesas gotas de sudor resbalaban por mi frente pero yo amasa que te amasa hasta que consideré que ya estaba bien. Otra vez al grifo, secado de manos y espolvoreo con harina. A reposar, tanto la masa como yo, no se a quien le haría más falta. Yo la puse en el horno sin calentar.
Masa resultante del amasado y la integración de la masa primaria y la anterior antes de levar
Masa resultante una vez levada. Fijaos la diferencia con la foto anterior antes de levar
Pasadas tres horas, sí, habéis leído bien, tres horas, vuelta a amasar para quitar el aire a la masa y de nuevo a descansar otras tres horas. Pasado el tiempo decidí, no se si bien o mal partirla en dos ya que pensé que al hacer solo uno la bandeja no tendría suficiente superficie para semejante masa.
Total que, como buenamente pude, hice en cada parte de masa el hueco en el centro y con sumo cuidado fui conformando los roscos que, al final, hasta yo me asombré de la forma tan casi perfecta que le dí. Les coloqué las frutas y las almendras fileteadas, los pinté con huevo batido les puse azúcar mojada y al horno por tandas, primero uno y luego el otro, no quería que sucediera algún incidente.
El primero que moldeé ya pintado con huevo listo para hornear
El segundo, éste con más frutas y también pintado, esperando su turno
Precalenté el horno a 200º. Introduje el primero y lo tuve alrededor de veinte minutos, el segundo a una altura más baja y a 180º. Teniendo en cuenta que me puse a las 3 de la tarde a prepararlo, que a las 5 fue la primera vez que reposó hasta las 8, el amase y nuevo reposo hasta las 11 de la noche y dado que estaba viendo una serie y no era cuestión de perderse el final empecé a cocerlos a las 00,20, el primero salió a las 00,55, metí el segundo a las 01,00 y salió a las 01,25. Ahí no acabó la cosa ya que tuve que pintarlos con un almíbar ligero y espolvorearlos con azúcar glas. Total que era la 01,50 cuando pude por fin hacer las fotos. Un día de Roscón inolvidable.
El primero recién horneado y pintado con el almíbar
El segundo acabado de sacar y pintado con el almíbar
Con el azúcar glacé
Foto en tándem
Trozo
Y esta ha sido mi primera experiencia con un roscón. Este ha sido el resultado y para ser la primera vez no me puedo quejar, pero como todo, es mejorable y más viendo los que habéis puesto, pero claro, la diferencia estriba en el cocinero. Espero merecer vuestro aprobado.
He sacado algunas conclusiones:
- Creo que haré alguno más pero con la receta modificada, no tanto tiempo levando
- Para mi gusto le faltó un poco de más azúcar, le pondré más
- Creo que la temperatura del horno debe ser más baja y el tiempo de cocción un poco mayor
- Creo que le faltó un poco de esponjosidad
- Sustituir las almendras fileteadas por piñones
Y si tenéis alguna más que añadir os agradecería muy sinceramente que me la indicarais.
Y antes de publicar, pongo esta foto tomada esta tarde de las alturas que rodean Castellón cubiertas de nieve, no es mucha pero no es muy habitual verla, al menos tan cerca de la playa.
Espero vuestras opiniones, mucho más formadas que la mía.