En la anterior entrada hice mención al programa Masterchef y hoy vuelvo a hacerlo más que nada porque la receta que os propongo hoy es sencilla aunque visto lo visto en el último programa del día 21 ya no sé que pensar viendo el nivel de los participantes.
La prueba inicial giraba sobre el tomate y para ello tuvieron que confeccionar dos recetas, una, un gazpacho y otra, una salsa de tomate.
Se me cayeron los palos del sombrajo viendo y oyendo los gazpachos que habían preparado, aluciné con algunas elaboraciones máxime cuando uno de los participantes, según dice es andaluz y comentó que nunca lo había hecho, increíble pero cierto.
Y con la salsa de tomate más de lo mismo. Creo que en esta edición se están viendo los participantes con menor nivel. Es posible que en las clases se dediquen a elaborar platos más sofisticados y mas elaborados como el postre que tuvieron que preparar en la prueba eliminatoria pero creo que si no conocen y no saben preparar unas recetas básicas, de cocineros pueden tener lo que yo de ministro. Ignoro a qué se pueden dedicar mientras aprenden pero me da que, poco o ningún caso deben hacer a los profesores. Así luego se ve lo que se ve. En fin, no os canso más con el programa, vamos a lo que toca. A ver si os gusta.
Hemos visto muchas veces infinidad de platos en los que se utiliza cebolla caramelizada. Y también muchos en los que su ingrediente es la cebolla confitada. ¿Pero son iguales la confitada y la caramelizada?
La prueba inicial giraba sobre el tomate y para ello tuvieron que confeccionar dos recetas, una, un gazpacho y otra, una salsa de tomate.
Se me cayeron los palos del sombrajo viendo y oyendo los gazpachos que habían preparado, aluciné con algunas elaboraciones máxime cuando uno de los participantes, según dice es andaluz y comentó que nunca lo había hecho, increíble pero cierto.
Y con la salsa de tomate más de lo mismo. Creo que en esta edición se están viendo los participantes con menor nivel. Es posible que en las clases se dediquen a elaborar platos más sofisticados y mas elaborados como el postre que tuvieron que preparar en la prueba eliminatoria pero creo que si no conocen y no saben preparar unas recetas básicas, de cocineros pueden tener lo que yo de ministro. Ignoro a qué se pueden dedicar mientras aprenden pero me da que, poco o ningún caso deben hacer a los profesores. Así luego se ve lo que se ve. En fin, no os canso más con el programa, vamos a lo que toca. A ver si os gusta.
Hemos visto muchas veces infinidad de platos en los que se utiliza cebolla caramelizada. Y también muchos en los que su ingrediente es la cebolla confitada. ¿Pero son iguales la confitada y la caramelizada?
Aunque parezca que son iguales no es así y en numerosas ocasiones se ha confundido su nombre.
¿Qué diferencia hay pues entre la confitada y la caramelizada? Muy sencillo, la confitada no lleva azúcar mientras que la caramelizada sí, aunque también se le pueden añadir de otros ingredientes. Ambas tienen en su elaboración dos elementos comunes, el aceite y cocinarlas a fuego suave.
Es una receta sencilla de hacer y solo requiere pasar un poco de tiempo en la cocina pero el resultado merece la pena.
Normalmente tengo pimientos del piquillo caramelizados en el frigorífico, ya que suelo usarlos bastante, y se me ocurrió unir un sobrante guardado, con cebolla que preparé para la ocasión y la unión prometió. Los preparo de esta forma aunque también os lo recuerdo aquí.
Cebolla confitada y pimientos del piquillo caramelizados
Ingredientes
1 lata de pimientos del piquillo
1 cucharada de aceite de oliva virgen extra
2 cucharadas de postre de azúcar
Para la cebolla confitada
3 cebollas medianas
3 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
sal
1 cucharada de aceite de oliva virgen extra
2 cucharadas de postre de azúcar
Para la cebolla confitada
3 cebollas medianas
3 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
sal
Elaboración
De los pimientos del piquillo
De los pimientos del piquillo
Abrimos la lata de pimientos, los sacamos, retiramos las semillas que pudieran llevar y los cortamos en tiras. Reservamos el jugo.
En una sartén ponemos a calentar la cucharada de aceite, cuando templa añadimos los pimientos con su jugo y cocinamos a fuego muy suave removiendo continuamente.
Cuando el jugo de los pimientos comienza a burbujear añadimos el azúcar y continuamos la cocción siempre a fuego muy suave y removiendo hasta que la salsa espesa ligeramente. Reservamos.
En una sartén ponemos a calentar la cucharada de aceite, cuando templa añadimos los pimientos con su jugo y cocinamos a fuego muy suave removiendo continuamente.
Cuando el jugo de los pimientos comienza a burbujear añadimos el azúcar y continuamos la cocción siempre a fuego muy suave y removiendo hasta que la salsa espesa ligeramente. Reservamos.
De la cebolla
Pelamos las cebollas quitándole la primera capa y las cortamos como para tortilla.
En una sartén ponemos el aceite y añadimos la cebolla, echamos un poco de sal y removemos a fuego bajo.
Continuamos reduciendo la cebolla sin dejar de remover hasta que vemos que la cebolla comienza a oscurecerse y todo el agua se ha eliminado.
En un bol ponemos los pimientos del piquillo y las cebollas y removemos para mezclar.
Y aquí tenéis el resultado
Al utilizar un sobrante creo que esta receta puede tener cabida en el proyecto 1 +/- 100 desperdicio 0 que Marisa en su blog Thermofan nos propone del 1 al 30/31 de cada mes.
Espero que sea de vuestro agrado.