Seguimos en confinamiento y en la tarde del sábado se nos anunció que se prorrogaba hasta el día 10 de mayo aunque con ciertos matices que aún están sin aclarar, como en la mayoría de las ocasiones, pero que al parecer se va a permitir que, a partir del día 27, los niños puedan salir a la calle. Con quién o cuanto tiempo, se supone que lo dirán, ya que las improvisaciones están al orden del día.
Aunque ya la Semana Santa pasó, estos días de encierro invitan a estar en la cocina y también incitan a caer en la tentación de preparar recetas dulces, léase, bizcochos, rosquillas, torrijas, tartas, etc, etc, y raro será quien no lo haya hecho, pero hay que tener en cuenta que, la falta de ejercicio, además de otras cosas hará que, ineludiblemente, cuando pase esto aunque vaya para largo, se aumenten unos cuantos gramos de más y las tallas que ahora, mejor dicho, que antes nos venían bien, queden inservibles teniéndonos que poner a una dieta estricta para conseguir de nuevo poder usarlas. Aunque ya veremos para que verano, porque el de este año lo veo bastante crudo.
Y aunque he procurado mantenerme a raya en cuanto a elaborar mucho dulce no he podido resistirme a preparar unas torrijas para cumplir con la tradición. Las que he hecho ahora tienen unas variantes con las que hecho hasta ahora y no son otras mas que utilizar pan de molde especial para torrijas, es la primera vez que lo uso, y batir los huevos con la nata una vez, esta, se haya entibiado y aromatizado. Y este ha sido el resultado. A ver que os parece.
Torrijas a la nata
Ingredientes
12 rebanadas de pan para torrijas
750 ml de nata para cocinar
1 rama de canela
1 piel de limón
3 vainas de cardamomo
80 g de azúcar
3 huevos
750 ml de nata para cocinar
1 rama de canela
1 piel de limón
3 vainas de cardamomo
80 g de azúcar
3 huevos
Elaboración
Colocamos las rebanadas de pan en recipientes con base plana, formando una capa.
Ponemos un cazo al fuego con la nata, piel de limón, las semillas de cardamomo, el azúcar y la canela. Llevamos a ebullición y apartamos del fuego y dejamos infusionar.
Cuando enfríe colamos y añadimos los huevos batidos.
Ponemos un cazo al fuego con la nata, piel de limón, las semillas de cardamomo, el azúcar y la canela. Llevamos a ebullición y apartamos del fuego y dejamos infusionar.
Cuando enfríe colamos y añadimos los huevos batidos.
Removemos bien para mezclar.
Regamos las rodajas de pan con la mezcla de nata y huevos hasta que absorba todo el liquido.
Calentamos una cantidad generosa de aceite en una sartén y cuando toma calor las vamos friendo por tandas hasta que queden doradas.
Las vamos sacando y colocamos sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.
Espolvoreamos cada una de ellas con una mezcla de azúcar y canela molida.
Regamos las rodajas de pan con la mezcla de nata y huevos hasta que absorba todo el liquido.
Calentamos una cantidad generosa de aceite en una sartén y cuando toma calor las vamos friendo por tandas hasta que queden doradas.
Las vamos sacando y colocamos sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.
Espolvoreamos cada una de ellas con una mezcla de azúcar y canela molida.
Hemos alcanzado los 37 días de confinamiento. En esta última semana los contagios y
los fallecidos aunque han seguido en aumento, la proporción es mucho
menor, indicando al parecer, que la situación mejora. Si el pasado
domingo los contagiados eran 161.852 y 16.353
fallecidos, a día de hoy los contagios y fallecimientos, aunque se siguen produciendo, van a la baja ya que hasta ayer domingo 19 de abril los
contagiados eran 191.726 y los fallecidos 20.043. Estas cifras representan un 18% de aumento en contagios y un 23% en fallecidos que si comparamos con el 24% y el 32 % de la semana anterior reflejan una disminución del 6% en los contagios y un 9% en fallecimientos que, aunque todavía en aumento, la proporción indica una caída considerable.
No obstante, sigo pensando en que si se hubieran tomados las medidas oportunas en su
momento tanto los contagiados como los fallecimientos hubieran sido
mucho menores, pero no se hizo y este es el resultado.
La improvisación y la falta de rigor en las cifras hace pensar que la credibilidad de quienes en estos momentos llevan la dirección de las actuaciones es nula. Tanto es así que han tenido que retirar cientos de miles de mascarillas entregadas a las distintas Comunidades para los equipos médicos y sanitarios porque se han dado cuenta, ahora, que no protegen. ¿Quién es el que las autorizó? ¿Quién las certificó? Sencillamente esto es un descontrol total y lo peor es que se juega con la salud y la vida de quienes en primera línea están luchando para erradicar este virus y tratan de salvar vidas. Creo que estos profesionales se merecen un respeto y que no se puede ni debe jugar con ellos. Tiene que haber unos responsables de tanta ineptitud y desde luego no son ellos, no son los que a diario se juegan su vida por salvar las de los demás.
Os dejo esto para que sonriáis un poco. Es lo que está sucediendo.
Os dejo esto para que sonriáis un poco. Es lo que está sucediendo.
Ya falta menos, si no nos engañan, así que no salgáis de casa, pasadlo bien y sobretodo ¡cuidaros!