Faltan unas horas para que el año 2018 llegue a su fin y dé entrada al nuevo 2019. Un año, 2018, que dicho sea de paso no ha sido uno de los mejores aunque hay que reconocer que de eso ya sabemos un rato. Parece ser que cuando intentamos mejorar llega alguien a estropearlo. Es como el chiste del león sordo y el explorador.
Por desgracia en este año que está a punto de finalizar se han vivido unos espectáculos de pena y por qué no decirlo también, de vergüenza ajena, aunque a algunos eso le importe un pimiento mientras van a lo suyo y sin reparo ni pudor alguno dicen eso de donde dije digo, digo Diego.
Han aparecido unos personajes que, si no fuera por sus locuras provocarían la risa, pero eso queda para los cómicos, y no todos, ya que hay algunos que, creyéndose que lo son, saben de sobra que su gracia la tienen en el mismo sitio por donde pican las avispas.
A lo largo de este año que está a punto de finalizar se ha visto y comprobado el talante de muchos personajillos que mientras están en las alturas todo le parece bien pero que cuando los hacen bajar a donde tenían que estar dicen todo lo contrario. “Estos son mis principios. Si no le gustan… tengo otros”, como dijo Groucho Marx. Hemos comprobado fehacientemente, y para desgracia de muchos, ese frase que dice otros vendrán y bueno me harán.
Esperemos que este año que pronto llegará a nuestros hogares traiga sentido común a todos, aunque para muchos eso será difícil, su egoísmo les impide ver más allá de su nariz y lo de razonar queda para inteligentes, que no falte ilusión ni alegría ni ganas de vivir y sobre todo que nos traiga paz, que los demagogos dejen de embaucar y por último que la salud, cariño, amor y felicidad nos rodeen en estos 365 días a todos. Ese es mi deseo que pido para todos vosotros y para mí en este año 2019, ojalá se cumpla.
Feliz Año 2019
Que disfrutéis de la última noche del año y que comencéis 2019 con buen pie, alegría e ilusión.
Ojalá pueda seguir compartiendo con vosotros esas premisas a lo largo de estos próximos 365 días.