Potaje, guiso hecho con legumbres, verduras y otros ingredientes que se come especialmente los días de abstinencia, ésta es una de las acepciones que figuran en el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española.
Si se le pone bacalao se conoce como potaje de vigilia, típico de la Semana Santa que acaba de comenzar y la mejor forma de recibirla es preparando uno de estos platos tan ricos. Y eso es lo que he hecho.Esta receta que pongo es del libro, El puchero de las monjas, de Sor María Isabel, con algunas modificaciones en las cantidades y con la salvedad de que los garbanzos los he cocido en la olla rápida para ganar tiempo. Como veis no lleva bacalao de ahí el título de ligero que le he puesto.
Ingredientes
200 gr de garbanzos
2 patatas medianas
1 manojo de espinacas
1 cebolla no muy grande
2 cucharadas de tomate troceado
1 diente de ajo
1 rebanada de pan
1 huevo
1 cucharadita de vinagre
aceite
agua
8 o 10 granos de pimienta negra
sal
Así lo preparé
Dejamos los garbanzos a remojo la noche anterior.
Ponemos un cazo con agua, sal y un poco de vinagre a calentar. Cocemos el huevo 10 minutos, y dejamos enfriar.
En la olla rápida calentamos el agua y cuando empieza a hervir echamos los garbanzos, cerramos y desde que asoma el segundo anillo, según modelo de olla, mantenemos cociendo unos 15 minutos, dejamos que pierda presión, abrimos y reservamos.
Mientras, cuecen los garbanzos, limpiamos, lavamos las espinacas y las escaldamos durante 3 minutos en agua que hemos puesto a calentar en otra olla. Escurrimos, dejamos enfriar y las picamos muy finas.
Seguidamente pelamos las patatas, las cortamos en trozos no muy grandes y las agregamos con las espinacas a los garbanzos.
Aparte freímos la rebanada de pan hasta que esté bien dorada, sacamos y escurrimos.
En ese mismo aceite sofreímos la cebolla, cortada muy fina, con el tomate, una vez esté hecho el sofrito lo echamos a los garbanzos.
Y para terminar, machacamos en un mortero, el ajo, la rebanada de pan, los granos de pimienta y el huevo duro troceado, desleímos todo con un poco de caldo del potaje y la cucharadita de vinagre y lo vertemos en la olla. Salamos y dejamos que hierva hasta que esté todo en su punto.