Ayer domingo dio comienzo la Semana Santa, el momento litúrgico más intenso de todo el año. Sin embargo, para muchos se ha convertido sólo en una ocasión de descanso y diversión.
A la Semana Santa se le llamaba en un principio “La Gran Semana”. Ahora se le llama Semana Santa o Semana Mayor y a sus días se les dice días santos.
A la Semana Santa se le llamaba en un principio “La Gran Semana”. Ahora se le llama Semana Santa o Semana Mayor y a sus días se les dice días santos.
Hoy el cuadro que inserto no tiene nada que ver con la receta, pero sí con lo que representan estos días.
La Última Cena. Juan de Juanes
Juan de Juanes.
Fuente la Higuera, Valencia, h.1503/05 - Bocairente, Valencia, 1579
Uno de los más importantes pintores del renacimiento español, dominador absoluto del panorama valenciano a mediados del siglo XVI.
La autoría de algunas de sus obras está todavía en discusión, adjudicándoselas a su padre, el pintor Juan Vicente Masip que, activo ya en 1493, fue, sin duda, uno de los grandes pintores valencianos de la primera parte del quinientos. Su hijo Juan comenzó a trabajar en el taller paterno y juntos colaboraron en la realización de numerosos trabajos. El nombre de Juan aparece por vez primera en relación con el retablo de la catedral de Segorbe, en 1531.
A partir de los años treinta, Juan de Juanes se afianza como la personalidad dominante del taller, y llega a convertirse en la figura artística más respetada y requerida de Valencia. Las alabanzas de los escritores contemporáneos nos dan idea de la fama que logró en vida. Juanes estuvo en contacto con la cultura literaria y los importantes círculos humanísticos de la capital virreinal y parece haber sido un artista de intensa preocupación intelectual, que dominaba el latín Su pintura mantiene un componente flamenco que pudo renovar visitando las colecciones de personajes notables a los que frecuentó, como Mencía de Mendoza.
Aunque en Juanes es preponderante la pintura de temática religiosa, también llevó a cabo obras mitológicas y una serie de retratos de los prelados de la catedral de Valencia. Donde Juanes alcanza una de sus máximas cotas es en los lienzos del Retablo de San Esteban (Prado), pintados para el retablo mayor de la iglesia de San Esteban de Valencia hacia 1562 y que permanecieron allí hasta su adquisición por Carlos IV alrededor de 1800. En ellos el pintor se muestra en plena forma, dominando todos los recursos pictóricos.
El cuadro fue pintado para el banco del retablo mayor de San Esteban, de Valencia, junto a las pinturas sobre la vida de San Esteban. Inspirada en Leonardo, tanto por lo que se refiere al espacio como a la elocuente expresividad de los apóstoles. El pintor valenciano centró la escena en torno a Jesús, sereno y triunfante, en el momento de consagrar la sagrada hostia. El cáliz que aparece en el centro de la mesa reproduce el que se guarda en la catedral de Valencia, considerado el auténtico vaso utilizado por Jesucristo en la Última Cena. Todos los Apóstoles llevan nimbo con su nombre excepto Judas Iscariote, aunque su nombre aparece en el banco que ocupa. Tiene la barba y el cabello rojos, según la tradición, viste de amarillo -color simbólico de la envidia-, y oculta a sus compañeros la bolsa del dinero.
Número de inventario: P000846.
Óleo sobre tabla
Sus medidas son Alto: 116 cm; Ancho: 191 cm.
Pintado hacia 1555 - 1562.
Museo Nacional del Prado. Madrid.
Óleo sobre tabla
Sus medidas son Alto: 116 cm; Ancho: 191 cm.
Pintado hacia 1555 - 1562.
Museo Nacional del Prado. Madrid.
Garbanzos con bacalao y acelgas
Ingredientes
280 gr de garbanzos lechosos250 gr aprox, de bacalao en su punto de sal (4 trozos)
200 gr de acelgas en conserva
2 huevos
1 pimiento amarillo
1 cebolla
2 zanahorias
2 dientes de ajo
1 rodaja de pan
1 hoja de laurel
1/2 cucharada de postre de pimentón dulce
aceite de oliva virgen extra
sal
Elaboración
La noche anterior ponemos en remojo los garbanzos.
En un cazo ponemos agua a calentar con una pizca de sal y un chorreón de vinagre. Introducimos los huevos y desde que comienza el agua a hervir mantenemos en cocción suave 10 minutos. Transcurrido ese tiempo, refrescamos con agua del grifo y dejamos enfriar. Pelamos, uno de ellos lo cortamos en rodajas y el otro lo machacamos con ayuda de un tenedor. Reservamos.
Pelamos la cebolla, partimos por la mitad y reservamos.
Quitamos al pimiento el pedúnculo, cortamos por la mitad, retiramos las semillas y nervios interiores y cortamos en tiras.
Quitamos los extremos a las zanahorias, las pelamos y las cortamos en trozos.
En una malla introducimos los trozos de zanahoria, una media cebolla y medio pimiento cortadas las tiras en trozos.
En la olla rápida ponemos agua a calentar. Introducimos la malla con las verduras y la hoja de laurel, cuando comienza a hervir salamos, añadimos los garbanzos, cerramos y cocinamos desde que salga vapor, a fuego suave, unos 10 minutos. Dejamos despresurizar, abrimos la olla, extraemos la malla y colocamos las verduras en el vaso de la batidora. Trituramos y reservamos.
Colamos los garbanzos y reservamos el caldo de cocción en una cazuela.
Mientras cuecen los garbanzos ponemos un poco de aceite en una sartén y sofreímos un diente de ajo picado. Cuando toma color retiramos y lo ponemos en un mortero.
En ese aceite freímos la rodaja de pan. Cuando adquiere un color dorado la retiramos y colocamos sobre papel absorbente para eliminar exceso de aceite.
En esa misma sartén sofreímos la otra media cebolla y la otra mitad del pimiento amarillo cortados a trozos pequeños. Salamos y cuando la cebolla transparenta apartamos del fuego, echamos el pimentón, removemos, incorporamos las acelgas lavadas y escurridas y sofreímos el conjunto unos minutos. Volcamos sobre el caldo de los garbanzos, arrimamos al fuego y cocinamos a fuego suave.
Troceamos la rodaja de pan frita y majamos con el diente de ajo en el mortero. Reservamos.
En una sartén ponemos un poco de aceite, cuando calienta colocamos los trozos de bacalao limpios y secos. Cocinamos un par de minutos por cada lado, los sacamos y colocamos en un plato con papel absorbente para quitar exceso de aceite. Reservamos.
Transcurridos unos minutos de cocción del caldo de garbanzos con el sofrito de cebolla, pimiento, pimentón y acelgas incorporamos los garbanzos, volcamos el contenido del mortero y uno de los huevos machacados, removemos y cocinamos a fuego suave.
Probamos de sabor y rectificamos de sal si hiciera falta. Incorporamos los trozos de bacalao y mantenemos en cocción a fuego suave unos 5 minutos.
Emplatamos colocando un trozo de bacalao en la superficie y acompañamos con dos rodajas de huevo cocido.
En un cazo ponemos agua a calentar con una pizca de sal y un chorreón de vinagre. Introducimos los huevos y desde que comienza el agua a hervir mantenemos en cocción suave 10 minutos. Transcurrido ese tiempo, refrescamos con agua del grifo y dejamos enfriar. Pelamos, uno de ellos lo cortamos en rodajas y el otro lo machacamos con ayuda de un tenedor. Reservamos.
Pelamos la cebolla, partimos por la mitad y reservamos.
Quitamos al pimiento el pedúnculo, cortamos por la mitad, retiramos las semillas y nervios interiores y cortamos en tiras.
Quitamos los extremos a las zanahorias, las pelamos y las cortamos en trozos.
En una malla introducimos los trozos de zanahoria, una media cebolla y medio pimiento cortadas las tiras en trozos.
En la olla rápida ponemos agua a calentar. Introducimos la malla con las verduras y la hoja de laurel, cuando comienza a hervir salamos, añadimos los garbanzos, cerramos y cocinamos desde que salga vapor, a fuego suave, unos 10 minutos. Dejamos despresurizar, abrimos la olla, extraemos la malla y colocamos las verduras en el vaso de la batidora. Trituramos y reservamos.
Colamos los garbanzos y reservamos el caldo de cocción en una cazuela.
Mientras cuecen los garbanzos ponemos un poco de aceite en una sartén y sofreímos un diente de ajo picado. Cuando toma color retiramos y lo ponemos en un mortero.
En ese aceite freímos la rodaja de pan. Cuando adquiere un color dorado la retiramos y colocamos sobre papel absorbente para eliminar exceso de aceite.
En esa misma sartén sofreímos la otra media cebolla y la otra mitad del pimiento amarillo cortados a trozos pequeños. Salamos y cuando la cebolla transparenta apartamos del fuego, echamos el pimentón, removemos, incorporamos las acelgas lavadas y escurridas y sofreímos el conjunto unos minutos. Volcamos sobre el caldo de los garbanzos, arrimamos al fuego y cocinamos a fuego suave.
Troceamos la rodaja de pan frita y majamos con el diente de ajo en el mortero. Reservamos.
En una sartén ponemos un poco de aceite, cuando calienta colocamos los trozos de bacalao limpios y secos. Cocinamos un par de minutos por cada lado, los sacamos y colocamos en un plato con papel absorbente para quitar exceso de aceite. Reservamos.
Transcurridos unos minutos de cocción del caldo de garbanzos con el sofrito de cebolla, pimiento, pimentón y acelgas incorporamos los garbanzos, volcamos el contenido del mortero y uno de los huevos machacados, removemos y cocinamos a fuego suave.
Probamos de sabor y rectificamos de sal si hiciera falta. Incorporamos los trozos de bacalao y mantenemos en cocción a fuego suave unos 5 minutos.
Emplatamos colocando un trozo de bacalao en la superficie y acompañamos con dos rodajas de huevo cocido.
Nos vemos en la segunda semana de abril.