Según se cuenta ya los monjes medievales masticaban dientes de ajo para protegerse de la peste y durante las dos grandes guerras mundiales del siglo XX, ante la escasez de antibióticos, se utilizó para evitar que las heridas de guerra se infectaran.
Posee un contenido calórico de 114 kcal por cada 100 g. Sus componentes mayoritarios son el agua, los hidratos de carbono (24,3%) y la fibra (1,2%), y en menor proporción, contiene proteínas (5,3%), grasas (0,23%) y minerales como cinc (1,1 mg), fósforo (134 mg), calcio (17,8 mg) y hierro (1,2 mg), y algunas vitaminas, entre las que destaca la vitamina C (14 mg) y en menor cantidad B1 (0,16 mg) y B2 (0,02 mg) e indicios de vitamina A.
- Ajo rosado. También llamados ajos paraguayos y que suelen comerse en crudo.
- Ajo violeta. De sabor fuerte y muy resistentes a la humedad.
- Ajo morado. Una de los tipos de ajo más suaves, lo que permite su uso en gastronomía para cocinar platos de todo tipo.
- Ajo blanco. La variedad más tradicional, también de sabor suave.
- Ajo colorado. De sabor muy fuerte, incluso más que los ajos rosados y los violetas.
- Ajo castaño. Junto al ajo morado y el ajo blanco estaría dentro de las variedades de ajo consideradas suaves.
- Ajo negro. Se trata del ajo blanco normal que, tras sufrir un proceso de fermentación natural, se vuelve negro y aumenta sus beneficios. Se consume en crudo.
Después de esta pequeña introducción que he extraído de diversas fuentes, vamos al meollo de la cuestión.
Una de las cosas que más suele sobrar en las casas es el pan y más cuando son pocos los componentes familiares, como es mi caso. De ahí que la imaginación haya trabajado desde tiempo lejano para darle una salida a esos sobrantes. Y nos encontramos con platos a base de pan que están como para repetir una y mil veces, desde las migas hasta las torrijas pasando por los pudin hay un sinfín de platos a cada cual más rico.
Por si estáis interesados aquí podéis ver unas migas con uvas o unas migas a mi manera que ya publiqué hace unos años y estas torrijas a la nata con crema inglesa o estas torrijas anisadas. Como veis el aprovechamiento del pan sobrante se traduce en platos muy aprovechables y deliciosos.
Hoy sin embargo la receta va por otros derroteros. Estamos teniendo unos días muy fríos, si hay un plato que recuerdo que hacía mi madre cuando el frío en Granada se hacía notar era una sopa de ajo y desde luego que al tomarla el frío desaparecía como por arte de magia. Podría contar varias anécdotas que me ocurrieron sobre esta receta pero sería largo y prolijo, así que os dejo con la receta.
A ver que os parece ya que con pocos ingredientes tenemos un plato calorífico y a la vez muy rico.
4 dientes de ajo
1/2 cucharadita de pimentón dulce
1 huevo
caldo de verduras
1 pimienta de cayena (opcional)
aceite de oliva virgen extra
sal
Para el caldo
1 zanahoria
la parte verde de dos puerros
2 dientes de ajo
unas ramitas de perejil
sal
1 litro de agua
Retiramos del fuego, despresurizamos, colamos y reservamos.
Cortamos el pan en rodajas no muy finas.
Pelamos los ajos y los cortamos en rodajas.
En una cazuela ponemos un fondo de aceite. Cuando toma calor añadimos los ajos cortados y cuando comienzan a bailar incorporamos el pan, agregamos el pimentón y rehogamos. Cubrimos con el caldo, unos 800/850 ml, incorporamos la pimienta de cayena, sazonamos, removemos y cocinamos unos 25 minutos. Cuando vemos que el caldo ha reducido, retiramos la pimienta de cayena, batimos el huevo y volcamos en la cazuela, removiendo bien para que se reparta.
Me gusta tu manera de hacer la sopa de ajo, un plato que nos encanta y que junto a todos los que has nombrado, es un aprovechamiento excelente del pan. ¿Sabes? Se me están antojando.
ResponderEliminarUn beso.
Juan, qué curiosa toda la información que nos ofreces sobre el ajo, he usado muchas de las variedades de las que nos señalas en tu lista, no en vano es uno de los ingredientes que más uso a la hora de elaborar mis recetas, no sabría cocinar sin ajo.
ResponderEliminarEn cuanto a tu sopa, teniedo en cuenta los ingredientes que has usado solo se me ocurre decir que seguro que está muy rica, y con el frío que hace sentará de maravilla. Está bien eso de añadir "a mi manera" porque todos tenemos nuestra forma particular de hacer este tipo de recetas tan populares.
Abrazos y buena semana!!
Juan que buen plato de sopa has hecho. Y es que llevas razón, hace tanto frío que apetece solo estos platos calentitos. Como te comenta Javier, está bien eso de matizar “a mi manera” pues en siendo este un plato tan casero y tradicional, cada uno las hace al estilo de su propia casa. Yo las tengo compartidas al modo de mi “santo” tal y como las han hecho toda la vida en su Cocina, y también son muy reconfortantes, un plato humilde, que ilustrado con ese huevo, y ese toquecito picantito toma otra dimensión.
ResponderEliminarUn abrazo
Juan, que buena esta sopita de ajo.
ResponderEliminarMe recuerda, a mi padre, ¡¡¡como le gustaba!!
Saludos.
Hola Juan!
ResponderEliminarAnda , pues sí que hay variedad de ajos y es que es un elemento imprescindible en la cocina , verdad ?
Las sopas de ajo son el plato de cuchareo preferido de mi marido . Si por él fuera se las comería un día sí y otro también.
Me ha gustado tu forma de prepararlas que se asemeja a la mia.
Un abrazo.
Una sopa maravillosa Juan, la que nos enseñas hoy :-)))))))))))))))))
ResponderEliminarHola Juan, feliz año!!
ResponderEliminarQuieres creer que en mi casa nunca sobra pan y si ocurre alguna vez se lo comen mis gallinas pero no suele sobrar por lo general.
Tan solo he comido una vez allí por ávila una vez este tipo de sopas y la verdad es que me gusto mucho!!
De buena gana con este frio me comía un plato de los tuyos.
Sabes empiezo el año con una receta tambien dedicada a Marisa.
Besos
¡¡Hola Juan!! No conocía ni la mitad de la variedad de ajos que nos has detallado. Qué variedad hay, y qué buenas todas sus propiedades, sin duda, es un gran aliado en la cocina, un básico que siempre hay que tener. He hecho alguna vez que otra la sopa de ajo y está muy buena, además, con estos fríos, viene muy bien, reconforta y calienta. Ideal para reciclar también el pan, pero merece la pena hacerla de todas las maneras. Besitos.
ResponderEliminarUna rica sopa que con estos fríos es más apetecible que nunca.
ResponderEliminarYa hace días que pienso en hacer sopa de ajo, pero no me sobra pan.
Besos.
Hola Juan. He venido sin saber que esta rica sopa de ajo se viene conmigo. No veas la alegría que me das porque me gusta mucho cómo la has preparado y, aunque en mi casa no se hacía, mi suegra la bordaba. Prefiero la tuya. Corrige el nombre de mi blog Thermofan, que lo has americanizado un poco ja, ja.
ResponderEliminarYa te la he colgado yo en la herramienta y qué alegría porque es la 4ª hoy. No habían recetas de sopa de ajo en el proyecto y yo no tengo ninguna en el blog.
Gracias, un abrazo y cuidaos.
Ya he cenado pero me comería un buen plato. Apetece mucho.
Gracias por la información sobre el ajo
Hola Juan,si que hay varied de ajo unas cuantas si conozco y el negro está muy rico, me quedo con un plato de tu sopa😋yo la hago parecida y cuando la hago, hasta me desayuno un buen plato ☺besinos
ResponderEliminarSin ajos en mi cocina muy pocos serían los platos que podría hacer, lo que sí no sabía es que tenía vitamina C.
ResponderEliminarPero como tu plato de hoy lleva ajos, que dicho sea de paso, me encanta el aroma y sabor que dan a las comidas, me apunto encantada a esa sopita que viene a las mil maravillas para entrar en calor en estos días tan heladores que estamos pasando por estas tierras.
Lo que acabas de preparar se asemeja mucho a la sopa castellana tan típica de estas tierras y que yo aprendí a comer cuando me casé.
Y doy fe de que es un delicioso plato de cuchara que encaja perfectamente con todos los gustos.
Cariños.
Kasioles
Hola juan que buena y calentita sopa de ajo nos has preparado..... yo me llevo un taper para probarla porque con el frío que estamos teniendo me va a venir de maravilla¡¡¡
ResponderEliminarBesitos y feliz semana¡¡
Hola Juan!. Qué plato mas bueno, a mi me encanta la sopa de ajo, hace un montón de tiempo que no hago, probaré a tu manera.
ResponderEliminarSi ajos yo perdida andaría.
Un abrazo.
Me encanta la sopa de ajos Juan, es de esas comidas reconfortantes que alimentan el cuerpo y el alma!!
ResponderEliminarLa tuya tiene una pinta deliciosa, de buena gana me cenaba un platito esta noche!
Un abrazo!
salut juan
ResponderEliminarune soupe à l'ail ça ne peut être que bon j'adore à noter
bonne soirée
Juan una sopa rica y baratita , me encanta Abrazos
ResponderEliminarHola Juan, cada maestrillo tiene su librillo y como tú eres maestro en estos meneseres te ha quedado una sopa de ajo deliciosa, aprovechando en la cocina y de gusto exquisito. Un beso y cuídate!!
ResponderEliminarAcabo de leer tu comentario ¡cuántos recuerdos has traído a mi mente en este momento!
ResponderEliminarCon ellos, el recuerdo imborrable de la gran persona que era mi padre, a él le gustaban las alubias verdes cocidas, con un diente de ajo muy picadito y un chorro de un buen aceite de oliva por encima, yo también las como así y, siempre que lo hago, no puedo por menos que acordarme de él.
Y cuando tú comentas que también te gustan así....
Cariños y buen fin de semana.
kasioles
Hola Juan, qué rica la sopa de ajo¡¡¡¡ la comía cuando iba a casa de mi abuela materna , en el pueblo; también en algún restaurante de cocina tradicional. Nunca la he preparado , no se si a mis hijos les gustaría, pero viendo lo fácil que es con tus explicaciones, me voy a tener que animar a hacerla.
ResponderEliminarMe encanta toda la información gastronómica y sobre los ingredientes que nos das en tus entradas. te felicito querido amigo,
Deseo que sigas bien , un fuerte abrazo 😘
Hola Juan!! Hace mucho tiempo que el blog lo tengo abandonado. Ahora he buscado un momento y por lo menos saludarte. Espero que tú y tu familia estéis bien .
ResponderEliminarLa sopa de ajo es una de mis preferidas ,me encanta y la tuya tiene que estar muy rica. Un abrazo
Una de las mejores sopas ! En casa gusta muchísimo
ResponderEliminarPtnts
Glòria