El calabacín es una hortaliza que pertenece a la familia de las Cucurbitáceas.
Su origen no está claro: unos lo sitúan en Oriente, ya que existen pruebas de que esta hortaliza era consumida por los egipcios y, más tarde, por griegos y romanos, y otros aseguran que su cuna es América, al igual que otros ejemplares de su especie. Hoy en día se cultiva en todo el mundo y está disponible durante todo el año.
El calabacín es una hortaliza muy beneficiosa para el organismo. La mayor proporción la constituye el agua. Aunque aporta hidratos de carbono, su proporción no es muy elevada, por lo que son apropiados incluso para los diabéticos. Además, contiene minerales como el potasio, indispensable para la actividad celular, y, en cantidades menores, magnesio, hierro y fósforo. La cantidad de sodio no es muy elevada; están permitidos en dietas hiposódicas.
Asimismo, contiene vitaminas A, en forma de carotenos, necesaria para la piel y la vista; C, antioxidante que facilita la asimilación de los aminoácidos, el hierro y el ácido fólico; y algunas del grupo B, entre las que destaca la B6, para metabolizar las proteínas.
Existen varios tipos de calabacines, en función del color de su piel. Entre ellos están las variedades "clarita", variedad de color verde muy claro y "grison", variedad de calabacín verde claro con puntos grises, y los oscuros "samara", de color negro brillante y "sofía", de color verde medio. En cuanto a su forma, pueden ser alargados o esféricos.
Y después de esta introducción, que por otra parte, está al alcance de cualquiera, y para que no perdáis tiempo en buscarla me he permitido ponerla y así me entero también.
Tengo que reconocer que, a pesar de todo lo que he puesto y he leído, el calabacín solo lo utilizaba para hacer tortilla y poco más. Desde ahora, me parece que, voy a comenzar a emplearlo con más asiduidad.
Y para empezar el otro día preparé estos calabacines rellenos a mi manera. Quizás no sea la forma tradicional pero por eso digo a mi manera.
Utilicé
2 calabacines
1 pechuga de pollo
jamón picado
1/2 cebolla
2 tomates maduros
1 huevo crudo
aceite
miga de pan remojada en leche
nuez moscada
sal y pimienta
y para la salsa
puerro
tomate
zanahoria
vino blanco
sal
Y de esta forma los hice
Precalentamos el horno a 200º
Mientras tanto, pelamos los calabacines, yo los partí en tres trozos, los vaciamos, sin apurar demasiado, hasta la cáscara, se hierven en agua un minuto y los dejamos enfriar.
Mientras se enfrían los calabacines preparamos un frito con la cebolla, jamón, carne de los calabacines, tomates sin piel y pechuga, todo muy picado previamente. Añadimos el pan remojado, el huevo crudo, la pizca de nuez moscada, pimienta y sal al gusto.
Cuando el frito está a punto, rellenamos los calabacines y los pasamos por harina y huevo y freímos en aceite fuerte. Una vez fritos los colocamos en una fuente de horno
Aparte, hacemos una salsa dorando en aceite, puerro y zanahoria picados, agregamos tomate, vino blanco y sal. Esperamos que reduzca todo y trituramos; la incorporamos a los calabacines y ponemos en el horno a 200° unos 15 minutos.
Así quedaron
Estaban para repetir. Espero que os gusten.