Alcachofas cazadora

La temporada de la alcachofa está a punto de finalizar. Hoy pongo esta receta, que me dieron cuando estuvimos en la Feria de la Alcachofa, en Benicarló, y que he adaptado a mis gustos. Es la última en este año, con gran sentimiento, ya que es una de las hortalizas que más me gusta y que no me canso de comer. Pero todo tiene un fin y para la alcachofa ha llegado ya. Cada vez se van viendo menos y aunque soy consciente de que no a todos gustan, quiero rendirle un homenaje porque me ha acompañado en muchas comidas, porque me ha dado su exquisito sabor y porque su ausencia voy a notarla mucho. La alcachofa ha muerto ¡viva la alcachofa!

Un homenaje sencillo, humilde, nada espectacular, con poca cosa se conforma y ya veis como no pide mucho para todo lo que da.

Ingredientes

8 alcachofas
5 dientes de ajo
100 ml de vino blanco
1 bote mediano de tomate natural troceado
1 limón
1 pastilla de caldo
caldo de cocción
1 cucharadita de azúcar
aceite
orégano
pimienta
sal

Preparación

Como siempre cuando las hacemos, lo primero es quitar las hojas externas más duras, llegamos hasta las que tienen un color tirando a blanquecino, cortamos las puntas, repasamos la base y las partimos en cuatro trozos. Las ponemos en un bol que tenemos con agua y el zumo de medio limón.
Con las hojas que hemos quitado y los troncos, todo bien lavado y limpiado, preparamos un caldo cociéndolas en agua con un poco de sal y la pastilla de caldo durante unos 10 minutos. Colamos y reservamos.

Una vez hecha esta operación, pelamos lo ajos y los troceamos. Ponemos una cazuela con un fondo de aceite a calentar, echamos los ajos y cuando empiezan a dorar agregamos las alcachofas, las rehogamos, echamos el vino y dejamos reducir. Cuando el vino ha reducido incorporamos el tomate troceado con su líquido de conserva previamente colado y una punta de azúcar para eliminar la posible acidez. Rehogamos a fuego suave hasta que el tomate reduzca y le añadimos un vaso del caldo reservado. Salpimentamos y cuando la salsa espesa espolvoreamos con orégano y dejamos reposar.

Receta sencilla y rica. Os ofrezco un asiento a la mesa para degustarlas, si os apetecen.